Las patatas gratinadas con queso, bacon y nata al horno son el acompañamiento perfecto para cualquier comida o incluso pueden ser el plato principal en una cena especial. Este plato combina la suavidad de las patatas, la riqueza del queso, el sabor ahumado del bacon y la cremosidad de la nata, todo horneado hasta obtener una superficie dorada y crujiente que cautivará el paladar de cualquier comensal.
1Estos son los ingredientes que debes elegir cuidadosamente para hacer unas patatas gratinadas con queso, bacon y nata al horno
Para comenzar, las patatas gratinadas con queso, bacon y nata al horno requieren unas patatas firmes y frescas, preferiblemente de tipo Idaho o Russet, ya que su textura permite que absorban bien la nata sin deshacerse. Se necesitan aproximadamente cuatro patatas medianas, que deben ser peladas y cortadas en rodajas finas, de alrededor de medio centímetro de grosor.
El bacon, que aporta un toque ahumado y salado, debe ser cortado en trozos pequeños y se recomienda utilizar unas seis lonchas, aunque puedes ajustar la cantidad a tu gusto. Para el queso, elige un queso que se derrita bien, como el cheddar o el gruyère, y ralla una taza generosa. Finalmente, la nata líquida, de la cual necesitarás unos 250 ml, añade la cremosidad que hace de este plato un verdadero placer.