No sigas tomando café en ayunas si quieres vivir 10 años más

Tomar café en ayunas es una práctica común para muchas personas que buscan un impulso de energía al comenzar el día. Sin embargo, este hábito puede tener consecuencias adversas para la salud. Diversos estudios han señalado que consumir café en ayunas puede aumentar la producción de ácido en el estómago, lo que podría derivar en la aparición de úlceras pépticas. Estas úlceras, que son lesiones abiertas en la mucosa del estómago o del duodeno, pueden causar dolor intenso y otros problemas digestivos graves.

El café, especialmente cuando se consume solo y sin alimentos que lo acompañen, estimula la secreción de ácido clorhídrico en el estómago. Este ácido es esencial para la digestión, pero en exceso puede dañar la mucosa gástrica. Cuando no hay alimentos que amortigüen esta acidez, el riesgo de irritación y daño en las paredes del estómago aumenta significativamente. Esto no solo incrementa las posibilidades de desarrollar úlceras pépticas, sino que también puede agravar condiciones preexistentes como la gastritis.

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FACTORES QUE INFLUYEN EN EL DESARROLLO DE ÚLCERAS

El desarrollo de úlceras pépticas no solo depende del consumo de café en ayunas, sino también de otros factores como el estrés, el uso de ciertos medicamentos y la presencia de la bacteria Helicobacter pylori. Sin embargo, el hábito de beber café sin haber ingerido alimentos puede actuar como un desencadenante adicional en personas predispuestas. Aquellos que ya padecen gastritis o reflujo gastroesofágico son particularmente vulnerables a los efectos negativos del café en ayunas.

El tipo de café también juega un papel importante. El café muy tostado o el café instantáneo tienden a ser más ácidos y pueden causar más irritación que el café de grano molido de manera más ligera. Además, el método de preparación, como el uso de filtros de papel, puede influir en la cantidad de compuestos irritantes que se transfieren al café. Por lo tanto, la elección del tipo de café y su preparación pueden mitigar o exacerbar los efectos negativos en el estómago vacío.