«El mundo va a ver la fuerza y la determinación de una sociedad decidida a vivir en libertad». Con esta contundente declaración, María Corina Machado ha roto su silencio tras permanecer tres días oculta por la persecución del régimen de Nicolás Maduro. La líder de la oposición, inhabilitada sin prueba alguna por el régimen chavista, acudirá a Caracas este sábado a las 10.00 horas de la mañana (horario venezolano) para hacer valer su victoria y la de Edmundo González Urrutia -acusado de asesinato sin pruebas por el propio Nicolás Maduro- en las pasadas elecciones del 28 de julio.
El régimen de Maduro ha incumplido de forma sistemática la ley electoral de Venezuela, como también lo ha hecho Elvis Amoroso, presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), que debió publicar las actas en el plazo máximo de 48 horas. Algunos dirigentes aseguran que el plazo para publicarlo es de un mes, pero la ley electoral apunta a este plazo únicamente cuando se conoce al ganador y una vez se hayan publicado las actas.
Amoroso no ha esperado a todo el conteo de votos, ni tampoco al escrutinio íntegro, sino que ha dado a conocer unos resultados inverosímiles matemáticamente, con decimales para los votos -un hecho único en el mundo- y con la misma proporción para cada uno de los partidos, un cálculo que solo ocurriría con una probabilidad de un único escenario entre un billón. El régimen de Maduro asegura tener el mejor sistema electoral del mundo, se jacta de ello. De ser cierto que él fue el vencedor y con esa aplastante mayoría, tan sencillo sería hacer públicas las actas de ese 80% escrutado, pero no lo ha hecho.
LAS ACTAS DE CORINA MACHADO SON VÁLIDAS
Asimismo, la oposición, liderada por María Corina Machado, hizo los deberes al recabar todas las actas, mesa por mesa, y publicarlas, un movimiento que ha dejado prácticamente en jaque mate al régimen. El motivo es sencillo. Las actas tienen cinco firmas, con cinco nombres y la numeración de sus cinco cédulas de identificación -el equivalente al DNI en España-. Pero es que, además, esa lista está numerada con un código alfanumérico único, y que solo se repite en el caso de colocar los mismos votos obtenidos de cada partido. Un número diferente en uno solo de ellos daría como resultado un nuevo código, destapando así el fraude.
El régimen de Maduro, como todos los partidos que se han presentado, tienen copia de esas actas, las más de 30.000. En caso de haber obtenido la victoria, no tendría más que enseñarlas una por una, como ha hecho la oposición. Maduro y el CNE afirman haber sufrido un ataque informático que ha inutilizado el sistema de recuento de votos. Dando por buena esta opción, el Gobierno podría haber solucionado el contratiempo con las actas impresas, firmadas por cinco personas y con el membrete del CNE. La maniobra se hubiera demorado, pero habría tumbado el relato de la oposición.
Cabe destacar, además, que el régimen está buscando a los testigos de estas actas, previsiblemente para volver a firmar las mismas, pero las originales muestran un código QR, con una numeración binaria y única. Incluso si el régimen de Maduro lograra tener un acta con la misma numeración, mismas firmas y resultados distintos tendría muy complicado convencer al resto de Venezuela y a la Comunidad Internacional. Y es que, cientos de vídeos de redes sociales corroboran punto por punto, voto a voto, incluso en mesas donde ha ganado Maduro, han corroborado las propias actas subidas por la oposición, desde testigos a presidentes de mesa.
MADURO DETIENE A 1.200 OPOSITORES CON 25 MUERTOS
Han sido tantas las irregularidades en las últimas 96 horas que nada de lo que diga Maduro sería creíble a estas alturas de la película, más cuando ha detenido a más de 1.200 participantes y opositores en ese plazo, mientras se contabilizan cerca de 25 muertos oficialmente, aunque la cifra puede ser más elevada.
«Desde este sábado 3 de agosto iza la bandera en tu casa», apunta la líder de la oposición, que ha cumplido con la promesa de entregar sus actas, que arrojan más de seis millones de votos para Edmundo González frente a los dos millones de Maduro.
«Ahora vamos a cobrar. Por eso vamos a mantenernos firmes, organizados y movilizados, con el orgullo de haber logrado un triunfo histórico y con la conciencia que para cobrar vamos a llegar hasta el final», ha reseñado María Corina Machado, en un escenario minimalista para no dar pistas al régimen sobre su paradero.