Siempre hemos escuchado hablar sobre la necesidad de mantener una buena hidratación, sin embargo debes saber que algunos síntomas pueden indicar que estás bebiendo demasiada agua y tu cuerpo podría estar en riesgo. Así como lo lees, tomar agua en exceso puede ser nocivo para la salud y debemos estar atentos a las señales que se presentan para atender este problema a tiempo.
Cuando se toma demasiada agua, puede desarrollarse una condición que es conocida como hiperhidratación o intoxicación por agua y uno de los síntomas más comunes son los espasmos musculares. Cuando este síntoma se presenta, es momento de actuar y tomar ciertas medidas que pueden controlar el problema de forma rápida y efectiva.
¿Por qué los espasmos musculares son uno de los síntomas de la hiperhidratación?
El síntoma de estamos musculares se caracteriza por ser contracciones involuntarias y repentinas de los músculos. Esto se produce debido a que cuando se bebe demasiada agua, los niveles de sodio en la sangre pueden interferir en la función de los nervios y los músculos y esto es lo que provoca los espasmos. Pero este no es el único de los síntomas que puede presentarse cuando se toma demasiada agua, existen otras señales de hiperhidrosis de las cuales debemos estar muy atentos.
La hiperhidrosis también incluye otros síntomas como las náuseas y los vómitos, esto se debe a que el exceso de líquido en el estómago suele generar malestar y provocar estos problemas. Igualmente, quienes presentan esta condición suelen experimentar dolores de cabeza producidos por la hinchazón en el cerebro debido a la retención de agua. Igualmente, hay quienes atraviesan episodios de fatiga y cansancio extremos. En casos muy graves, la ingesta excesiva de agua puede desencadenar convulsiones.
Evita los síntomas de la hiperhidrosis
Para evitar cualquier síntoma de hiperhidrosis y desencadenar un problema mayor es importante seguir algunos consejos. En primer lugar, es fundamental aprender a escuchar a tu cuerpo y beber agua cuando tenga sed sin necesidad de obligarte a tomar más de lo que tú quieres. También procura moderar el consumo de agua antes durante y después del ejercicio. Toma constantemente, pero en pocas cantidades.
En conclusión, aunque la hidratación es fundamental para la salud, siempre es importante encontrar un equilibrio que sea sano en todos los sentidos. Una clave importante es conocer la cantidad de agua que debes tomar al día según tus características personales, además de distribuir la ingesta a lo largo de tu jornada. Esto será de mucha ayuda para mantenerte bien hidratado y no caer en excesos.