Agosto comienza con un descenso de temperaturas tras un julio caluroso y seco, según eltiempo.es

El verano de 2024 ha sido un periodo caracterizado por temperaturas elevadas en gran parte del territorio español. Julio, en particular, se ha posicionado entre los cinco meses más cálidos de la historia reciente en amplias zonas del interior de la península. Este escenario climático ha despertado la preocupación de expertos y autoridades, quienes analizan las implicaciones de estos eventos extremos en diversos ámbitos.

Aunque agosto comienza con un alivio térmico, la secuencia de olas de calor registradas durante el verano pone de manifiesto la necesidad de abordar los desafíos asociados al cambio climático y su impacto en la población, la agricultura y los ecosistemas. Este artículo explora los detalles de este fenómeno, sus causas y las perspectivas a corto y medio plazo.

Temperaturas récord en el interior peninsular

El mes de julio de 2024 se ha posicionado entre los cinco más cálidos de la historia reciente en amplias zonas del interior de la península ibérica. Según los datos recopilados por diversos organismos meteorológicos, ciudades como Cuenca, Ciudad Real, Ávila y Lleida han experimentado anomalías positivas en sus temperaturas medias que superan los 2°C con respecto a los valores históricos.

Estos datos reflejan un fenómeno climático preocupante, ya que de los quince julios más cálidos registrados en el país, diez se han dado desde 2010, y solo uno es anterior al año 2000. En el caso de Ciudad Real, por ejemplo, el julio de 2024 se sitúa como el tercer más cálido desde 1971, empatado con el de 2023.

Las zonas más afectadas por estas temperaturas extremas se han concentrado en el interior peninsular, lo que contrasta con la mayor estabilidad observada en las regiones del sur de España, como Sevilla y Málaga, donde las anomalías positivas han sido menos pronunciadas.

Impacto en las precipitaciones

Además de las altas temperaturas, el mes de julio de 2024 también se ha caracterizado por ser más seco de lo habitual en gran parte del territorio nacional. En amplias zonas del país, no se ha registrado ni siquiera la poca precipitación que suele ser normal para esta época del año.

Sin embargo, existen algunas excepciones, como la ciudad de Teruel, donde se ha registrado un acumulado de 63,4 mm, cuando lo normal son 23,9 mm. Esta situación refleja la irregularidad de las precipitaciones y la heterogeneidad del fenómeno a nivel regional.

Expertos en meteorología señalan que, a pesar de que junio se caracterizó por un inicio de verano normal e incluso fresco en algunas zonas, julio ha cambiado drásticamente las condiciones climáticas, con un marcado déficit de precipitaciones y temperaturas muy por encima de lo habitual.

Perspectivas y medidas de adaptación

Ante este escenario, las autoridades y expertos en clima han enfatizado la necesidad de tomar medidas para hacer frente a los desafíos planteados por el cambio climático. Estas acciones deben estar enfocadas en mitigar los efectos de las olas de calor, garantizar la disponibilidad de recursos hídricos y promover la adaptación de los sectores más vulnerables, como la agricultura y los ecosistemas naturales.

Asimismo, se hace **imprescindible intensificar los esfuerzos de *investigación y desarrollo* en tecnologías limpias, eficiencia energética y soluciones basadas en la naturaleza, con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y avanzar hacia una economía más sostenible.

En última instancia, el reto del cambio climático requiere una respuesta integral por parte de gobiernos, empresas y ciudadanía, con el fin de garantizar la resiliencia de nuestras comunidades y preservar el bienestar de las generaciones futuras.