El Banco de España advierte que el gasto en defensa nacional es uno de los menores de Europa, concentrado en remuneraciones

En un análisis realizado por el Banco de España, se ha constatado que el gasto en defensa que realiza nuestro país es uno de los más bajos de la Unión Europea, con menos del 1% del Producto Interior Bruto (PIB). Este gasto se destina principalmente a gastos de personal y menos a actividades de investigación y desarrollo (I+D).

Por otro lado, en cuanto al gasto en orden público y seguridad, España destina un 1,9% de su PIB, frente al 1,7% del promedio europeo. La mayor parte de este gasto se dirige a la policía (1,2% del PIB en España, frente al 0,9% en la UE), seguido de los tribunales de Justicia (0,4% del PIB en España, frente al 0,3% en la UE). Sin embargo, el gasto en I+D en este ámbito es prácticamente nulo.

Comparativa con Otros Países

Al comparar con otros países, se observa que el gasto en defensa de España y Alemania se encuentra en el rango inferior, con valores próximos al 1% del PIB, mientras que Francia destina un 1,8%. A nivel internacional, el gasto europeo promedio es muy inferior al de Estados Unidos (3,3% del PIB), Reino Unido (2,1%) y Rusia (2%), y está más en línea con el de China y Japón.

En cuanto al gasto en orden público y seguridad, los valores se sitúan en torno al 2% en el Reino Unido y Estados Unidos, mientras que alcanzan el 2,3% en Rusia y se ubican alrededor del 1,2% del PIB en China y Japón.

Oportunidades de Mejora

El Banco de España considera que una reasignación del gasto en seguridad, orientándolo más hacia actividades de investigación y desarrollo, podría generar «ganancias en términos de eficiencia económica«. Además, la institución cree que, dada la consideración de la seguridad como un bien público europeo, se podrían obtener beneficios adicionales mediante una provisión y financiación comunes y coordinadas de este.

En general, el nivel de gasto público en seguridad en la UE y en España, que alcanzó en ambos casos el 3% del PIB en 2022, es inferior al observado en otras potencias mundiales, mientras que su composición presenta una asignación de recursos mayor hacia el gasto en personal y menor hacia actividades de I+D.