En octubre de 2020 Begoña Gómez se convertía en codirectora de la Cátedra Extraordinaria de Transformación Social Competitiva de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), pero la cuestión es que no existe una certeza de cómo se hizo ni la causa de su nombramiento y ni siquiera el rector de la Complutense, Joaquín Goyache, ha sabido justificar el nombramiento de Gómez ante el juez que instruye la causa por tráfico de influencias y corrupción contra la esposa del presidente y contra el propio rector. De hecho el rector volvió a mandar balones fuera en su declaración del lunes como imputado y se mantuvo en algunas contradicciones con lo declarado por su ex vicerrector Juan Carlos Doadrio. Tal y como están las cosas no es descartable un careo entre ambos hombres para saber quien dice la verdad.
SE LA NOMBRÓ «POR SU EXPERIENCIA PROFESIONAL», DECLARÓ EL RECTOR
Tampoco ninguno de los testigos de la Universidad Complutense ha sabido explicar al juez cómo se gestó el nombramiento de Gómez. Sólo el investigado Goyache ha dicho en su primera comparecencia del 5 de julio, cuando era testigo, que acudió a una cita en el Palacio de La Moncloa llamado por Begoña Gómez en junio de 2020 y que ésta le pidió la cátedra. La Complutense se la concedió a pesar de que Begoña Gómez es la única directora de cátedra en la universidad madrileña que no tiene título universitario oficial, pero que se la nombró «por su experiencia profesional y la relación profesional en los temas asociados a la Cátedra», así como por su «relación con la Complutense desde bastante antes», aunque no supo precisar si el año era el 2012 o el 2013. Goyache se refería al máster que Gómez impartió clases en 2012 en un máster de captación de fondos.
Durante su declaración de este lunes, ya como imputado, Goyache ha dicho que no hubo ninguna irregularidad en la contratación de Begoña Gómez y que él simplemente trasladó la propuesta al entonces vicerrector, Juan Carlos Doadrio, «que fue quien se encargó de todo». Doadrio mantuvo ante el juez que podía probar que Goyache había dado esa orden. Es más, Doadrio incluso acudió a un notario para depositar mensajes de texto donde se le ordena, según él, que se dé la cátedra a Begoña Gómez. También dice que recibió dos llamadas de teléfono del todavía rector de la Complutense en este mismo sentido.
EXPERIENCIA DE BEGOÑA GÓMEZ
En su declaración del lunes el rector fue incapaz de nuevo de aclarar cómo se evaluó la experiencia de Begoña Gómez y se limitó a señalar las actas de «la reunión de la Comisión Mixta de Seguimiento de la cátedra, pero dónde yo he podido ver el acta de la primera reunión que se realizó, donde ya se propuso a la señora Begoña Gómez Fernández, no figura nada de su experiencia», explicó Goyache, lo que supone una contradicción. Tampoco José María de Coello, actual vicerrector de Relaciones Instituciones que sustituyó a Doadrio en el puesto y declaró como testigo, supo dar una explicación sobre la concesión de la cátedra a Gómez.
Además, Goyache se ratificó en que ese informe fantasma con la evaluación de Begoña Gómez debía de estar «vigilado o documentado por el Vicerrectorado de Relaciones Institucionales», el órgano de la Complutense del que dependen todas las cátedras extraordinarias. Pero ya explicó ante el mismo juez Juan Carlos Doadrio, vicerrector de Relaciones Institucionales cuando Begoña Gómez obtuvo la cátedra, que fue el rector personalmente quien dio la orden de conceder esa cátedra de Transformación Social Competitiva (TSC), una orden que para Goyache sólo se trataría de una propuesta, según su declaración de este lunes, y no de una orden para la creación de la cátedra.
Sin embargo, Goyache siempre ha mantenido, como testigo, que ese nombramiento de Gómez se adoptó durante la primera reunión de la Comisión Mixta de Seguimiento, en la que tenían asiento Juan Carlos Doadrio, la directora de la Escuela de Gobierno de la Complutense y dos representantes de los patrocinadores de esa cátedra, uno por parte de la Fundación La Caixa, que contribuía con 15.000 euros anuales y otro de Reale Seguros, que aportaba 60.000 euros. En su última declaración del lunes explicó al juez que supuso que Gómez era licenciada universitaria.
Cuando Doadrio declaró ante el juez Peinado negó que su Vicerrectorado de Relaciones Institucionales emitiera o guardase un informe sobre el currículum laboral o académico de Begoña Gómez. Además, Doadrio explicó que esa información debería obrar en el Vicerrectorado de Formación Permanente, aunque ese departamento en realidad sólo se encarga de los másteres.
Por su parte, el rector Goyache dijo que nunca había visto ese informe, a pesar de que dijo que se había evaluado la experiencia de Begoña Gómez en la materia que impartía la cátedra y señaló a otro alto cargo de la Universidad, que dos semanas después le contradijo.
REGLAMENTO DE LA UCM
Aquí el Reglamento de la UCM no es claro, puesto que hay un agujero que no obliga a que las cátedras estén dirigidas por licenciados o graduados universitarios, algo que parece evidente, pero también es cierto que nunca ha ocurrido que alguien sin currículum académico dirigiese una. La cátedra comenzó a impartirse el curso siguiente, en 2021, y para llenar ese vacío se nombró a un codirector, José Manuel Ruano, profesor de Ciencia Política. De hecho, el artículo 13.2 impide elegir a un director sin vinculación laboral con la institución académica, aunque en ese caso se debe designar a un codirector que la posea, y por eso la designación de Ruano era necesaria.
Sobre el orden cronológico de cómo se otorgó esa cátedra a Gómez hay menos dudas, ya que el rector ha admitido que la secretaria personal de Begoña Gómez lo llamó a su teléfono personal a mediados de julio de 2020 para convocarlo en Moncloa. A finales de ese mes la mujer de Sánchez le contó supuestamente que quería crear una cátedra extraordinaria. El propio Goyache anunció la constitución de este organismo el 23 de septiembre de 2020 en un foro de Transformación Social Competitiva que ya estaba patrocinado por la Fundación Bancaria La Caixa y Reale Seguros. El 30 de octubre de ese mismo año, sólo tres meses después de la cita en Moncloa, se constituyó oficialmente la cátedra y Begoña Gómez fue proclamada directora.
Meses después Begoña Gómez logró, supuestamente, que Google, Telefónica e Indra desarrollaran gratuitamente un software de sostenibilidad valorado en 150.000 euros que acabó registrando en el domicilio de su empresa en Pozuelo de Alarcón (Madrid).
En cualquier caso, ahora se abre un periodo de incertidumbre para tratar de averiguar quien de los dos profesores universitarios, Goyache y Doadrio, dice la verdad sobre lo ocurrido.
