Una piscina es la opción ideal para disfrutar del verano con temperaturas extremas. Valencia es uno de los sitios que cuenta con esta piscina que puede ser el atractivo perfecto para disfrutar de agosto. Se trata del charco azul de Chulilla que se encuentra en Paraje Natural Municipal Los Calderones y cuenta con el paisaje natural más impresionante del sitio.
Esta pequeña laguna se formó con parte del río Turia y es el espacio adecuado para practicar senderismo, debido a que se necesita recorrer caminos sinuosos para llegar a ella, como la ruta de los Pantaneros de Chulilla, la más popular de la zona.
Cómo es la piscina elegida para disfrutar lo que resta del verano
El charco azul de Chulilla es uno de los destinos predilectos por los turistas nacionales y extranjeros que está a 50 kilómetros de Valencia. Allí está permitido el baño, aunque cuenta con un puente de madera inseguro que las autoridades recomiendan no atravesar. Sin embargo, disfrutar de esta piscina natural es posible y las rutas con senderos complicados y más sencillos es también parte del atractivo del sitio.
Dentro de las opciones para llegar a esta piscina, la que se destaca es la ya mencionada la ruta de los Pantaneros de Chulilla, que cuenta con un recorrido de 10 kilómetros con un nivel de dificultad medio y recomendado para los expertos. Este recorrido cuenta con puntos de atracción y miradores desde donde se puede apreciar la belleza del sitio. Desde el mirador de Compuertas, hay vistas al embalse, mientras que en el mirador de la Carrucha, se ofrece una panorámica del Charco Azul y el Salto.
Un sendero mágico y una piscina natural: los senderos secretos de Valencia
Quienes eligen la aventura, la ruta de los Pantaneros de Chulilla es la mejor opción y la más rica donde, además de conocer la piscina natural del charco Azul de Chulilla, se puede realizar este camino y descubrir otros paisajes espectaculares. Después de pasar por los miradores, la ruta propone una travesía aún más desafiante al atravesar dos puentes colgantes de 15 y 5 metros que pueden generar vértigo hasta al más resistente, pero que es uno de los momentos más impactantes de esta visita.
Este paseo continúa con la aparición y recorrido de diferentes ambientes naturales, como el bosque de ribera y el matorral mediterráneo. En este sitio se puede apreciar de ruinas históricas, como las de la Ermita de San José de los Gancheros, que data del siglo XVII. El recorrido concluye con el embalse de Loriguilla, un sitio perfecto para echarse al sol y relajarse antes de emprender el regreso a casa.
