El ajoblanco es una clásica sopa fría andaluza conocida por su frescura y sabor distintivo, pero ¿qué tal si le damos un giro moderno? Imagínate sorprender a tus invitados sirviendo ajoblanco en chupitos fríos como aperitivos. Esta presentación no solo añade un toque elegante a tus eventos, sino que también realza la experiencia gastronómica con una nueva perspectiva.
1Sigue los pasos clásicos de ajoblanco pero preséntalo de una forma más moderna en vasos de chupito
Este manjar tradicionalmente servido en platos hondos, se transforma en un exquisito bocado cuando se presenta en pequeños vasos de chupito. Esta variante moderna no solo conserva su esencia refrescante, sino que también permite a tus invitados disfrutar de una explosión de sabor en cada sorbo. Para preparar esta versión innovadora, sigue los pasos clásicos pero ajusta las porciones y presentación para adaptarla a este nuevo formato.
Comienza por reunir los ingredientes básicos del ajoblanco: almendras crudas, ajo, miga de pan, agua, vinagre, aceite de oliva y sal. La clave para un ajoblanco perfecto está en la calidad de estos ingredientes, especialmente las almendras y el aceite de oliva. Una vez que tengas todo listo, mezcla las almendras y el ajo en una licuadora hasta obtener una pasta suave. Añade la miga de pan remojada en agua, el vinagre y la sal, y continúa mezclando hasta lograr una textura homogénea. Finalmente, agrega el aceite de oliva en un hilo fino mientras licúas para emulsionar la mezcla.