El presidente del Gobierno Pedro Sánchez se ha negado a declarar como testigo en la causa que se sigue contra su esposa Begoña Gómez por tráfico de influencias y corrupción en los negocios privados ante el juez Juan Carlos Peinado. Lo hace amparado en el artículo 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (Lec) que permite a los familiares directos no testificar en causas que afecten a su familia y los dispensa «de la obligación de declarar». La eximente se establece únicamente para «los familiares en línea directa ascendente y descendente del investigado, así como sus hermanos, cónyuge o pareja».
El juez se había desplazado este martes al Palacio de La Moncloa donde ha llegado con media hora de antelación para tomar declaración testifical a Pedro Sánchez, junto a las defensas de los tres imputados, Begoña Gómez, el empresario Barrabés y el rector de la complutense, Goyache, el fiscal San Baldomero y la representante de la acusación popular, la abogada de Vox, Marta Castro.
Al acto, que no se ha producido, no han podido asistir todos los abogados personados en la causa que habían preparado una batería de más de medio centenar de preguntas para Pedro Sánchez. Estos abogados han recurrido la decisión del juez de aunar las acusaciones populares en la figura de Vox y han pedido la nulidad del interrogatorio, algo sobre lo que tendrá que pronunciarse el juez en los próximos días, independientemente de que Sánchez no haya declarado.
TESTIMONIO PRESENCIAL
La testifical se ha intentado celebrar de manera presencial pese al intento de Sánchez de que se hiciera por escrito. En una carta enviada al juez, el presidente del Gobierno indicaba que tenía voluntad de «colaborar» con la justicia, pero defendía que su declaración como testigo debía ser por escrito dado que su comparecencia «resulta inescindible» de su cargo. «Es mi deber preservar el sentido propio de la institución», añadía. El juez Carlos del Valle, en sustitución de Peinado, resolvió la semana pasada esa petición y manteniendo la presencialidad del interrogatorio.
El juez Peinado , en una respuesta a un recurso previo presentado por la defensa de Begoña Gómez, indicaba que en esta causa se investigan «todos los actos, conductas y comportamientos» llevados a cabo por ésta «desde que su esposo es el presidente del Gobierno que se contienen en la denuncia inicial» presentada por el sindicato Manos Limpias, en relación con sus presuntos vínculos con el empresario Juan Carlos Barrabés y los contratos con éste que no han quedado en manos de la Fiscalía Europea. Posteriormente, en la providencia por el que citaba a Sánchez, el instructor defendía que veía «conveniente, útil y pertinente recibir declaración al esposo de la investigada».
A la salida la abogada de Vox ha explicado a los numerosos medios de comunicación congregados a las puertas de La Moncloa que el encuentro entre el juez y Pedro Sánchez «se ha producido en un despacho habilitado en Moncloa. Ninguno de los abogados ha podido formular preguntas a Sánchez.
Mientras la comitiva judicial se encontraba dentro del Palacio de La Moncloa, un grupo de dos decenas de personas se manifestaban en contra de Pedro Sánchez, convocados por una de las acusaciones populares, la Fundación Hazte Oír.