Preocupación ante el lío de cifras del Gobierno para levantar viviendas

Preocupación y a la expectativa por el nuevo anuncio del Gobierno de Pedro Sánchez de construir 40.000 viviendas de alquiler asequible. «No hay quien se crea a este Gobierno», afirman fuentes del sector inmobiliario, quienes «se sienten perseguidos» por la «ineficaz ley de Vivienda, que ha generado un stock nulo y la huida de los propietarios en la compraventa». «La mayoría de los inmuebles vacíos se han ido al alquiler por esa normativa que facilita la ‘okupación’ y amenaza la inversión», sostienen.

En este sentido, destacan que no es el primer anuncio del Gobierno. «Llevan prometiendo viviendas desde el inicio de la legislatura de 2019 y no se ha hecho nada, ahora prometen levantar 40.000 después de anunciar 185.000». El Gobierno de Pedro Sánchez tirará del crédito ICO para levantar este nuevo anuncio, mientras mantiene la expectativa para continuar siendo receptor de fondos europeos y poder seguir otorgando ayudas a la rehabilitación. La líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha ido más allá con las promesas y ha dado otra cifra mágica de 500.000 viviendas, con alquileres de 400 euros al mes.

La ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, ha realizado numerosos anuncios, algunos de ellos ante la patronal de la construcción, financieras y sindicatos, que le instaron a materializar la inversión en inmuebles. Todo ello en la nueva reforma de la ley del Suelo, una petición histórica ante el nuevo mercado y los cambios producidos, especialmente desde la pandemia. Pese a los grandes números anunciados, la realidad es que el sector privado continúa estrangulado por la financiación, más cuando los impagos comienzan a generar cierta preocupación en el sector bancario debido al incremento de la morosidad, aunque los niveles continúan bajos, cercanos al 3,5% de media.

ANUNCIO TRAS ANUNCIO DEL GOBIERNO, PERO POCA CONSTRUCCIÓN

Hasta ahora, los anuncios de Vivienda se han centrado también en los particulares. Isabel Rodríguez insta a poner pisos en el mercado del alquiler con cuotas asequibles, mientras los precios se han disparado a máximos históricos y pocos descartan ser copartícipes de estos beneficios. Ante la escasez de vivienda y la alta demanda, los propietarios particulares han decidido disparar los precios ante las barreras de la banca para hipotecas.

La ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez (PSOE)
La ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez (PSOE)

Asimismo, también el cambio de costumbres, especialmente los jóvenes, incide en este mercado. La visión ahora es carecer de bienes, muchos de ellos no tienen ni carnet de conducir. Si los jóvenes no piden hipotecas, tampoco tienen deudas con las financieras. Los motivos pueden ser también debido a los salarios para hacer frente a una deuda a 40 y 50 años, cuando hace apenas 20 años estos créditos se realizaban a 20 años como máximo y aportando un tercio del salario. Ahora, el alquiler se come más del 50% del salario, a lo que se añade la inflación.

El alquiler asequible del Gobierno se enfoca en una cuota que no supere el 30% de los ingresos reales de la familia. El salario medio de una pareja en España alcanza los 48.000 euros brutos y este porcentaje dejaría el alquiler en 14.400 euros brutos anuales, es decir, una cuota de 1.200 euros. No obstante, el Gobierno y las Comunidades Autónomas no han puesto medidas para rebajar el IRPF a todos los inquilinos, a los que se les da un período de gracia si no tienen más de 35 años.

UN MERCADO INMOBILIARIO AHOGADO POR LA OFERTA

La ministra mandó un grito de auxilio que sonó a exigencia entre promotores y propietarios, especialmente para quienes tienen propiedades en zonas tensionadas. El anuncio de la construcción de 40.000 viviendas se produce, además, con la ofensiva contra Airbnb y plataformas de pisos turísticos, a quienes culpan de la escasez de viviendas, a pesar de no llegar ni al 5% del parque inmobiliario.

El anuncio conlleva el aporte de 6.000 millones de euros, una media de 150.000 euros justos por vivienda. La gran pregunta se centra en la ubicación de las mismas debido a la falta de suelo en las grandes ciudades, como Madrid, Barcelona o Valencia, y qué requisitos se tendrán que cumplir para acceder a las mismas.