«Histórico». Así de escueto resumió la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, el dato de paro de la EPA, con más de 21,7 millones de afiliados y una tasa de paro del 11,8%. No obstante, no son datos ni mucho menos buenos. En plena contratación de cara al verano, la tasa de desempleo aumenta en 40 puntos básicos, 30.000 personas más, en el segundo trimestre del año respecto al mismo período de 2023; y continúa liderando el ránking entre los países de la UE.
El paro bajó en 222.600 personas, hasta un total de 2.755.300 desempleados. En términos desestacionalizados, no obstante, subió en un 1,15%, mientras que en los 12 últimos meses se reduce en 52.900 personas. Según los propios datos de la EPA, más de 370.000 contratos tienen una duración máxima de tres meses. En concreto, 255.400 contratos tiene una duración de entre uno y tres meses, mientras se contabilizan un total de 92.100 contratos de entre uno y dos días.
Las firmas por una única jornada alcanzan las 23.700, según los datos del INE. La cifra supone un descenso del 14,5% en un año, especialmente por la caída de los contratos de entre uno y tres meses. En el segundo trimestre de 2023, esta cifra alcanzó a 302.000 personas. No es el único dato preocupante en la evolución del mercado laboral, radiografiado por el INE. La ocupación crece en más de 434.700 personas, pero el ritmo es un 30% inferior al del pasado año.
MÁS DE UN MILLÓN, OBLIGADO A HACER HORAS EXTRAS
Asimismo, los datos registran otros datos que entierran el optimismo de Yolanda Díaz. El número de españoles obligados a realizar horas extras se dispara por encima del millón de personas en el segundo trimestre del año, en un momento en el que la inflación está hundiendo la economía familiar, con un incremento de los precios acumulado desde mediados de 2021 de más del 14%, mientras que los ingresos reales muestran una pérdida de poder adquisitivo de casi el 5%, contando con las subidas de los salarios de los funcionarios y de las pensiones.
Las horas extras realizadas entre abril y junio de este año llegan a máximos no vistos desde 2008, en plena gran recesión, con caída del empleo en todos los sectores, por más que el Gobierno negara la crisis. El dato de las horas extras suma más de 116.000 más respecto al segundo tramo del año. El número, además, demuestra la necesidad de realizar este trabajo extra para llegar a fin de mes. El ritmo de cremiento de las horas extras, además, pone de manifiesto la necesidad de los trabajadores, a pesar de alcanzar una afiliación récord.
CASI 7 MILLONES DE HORAS EXTRAS A LA SEMANA
Además, según los datos de la EPA, la mayoría de las horas, el 57,2% se abona, frente al 42,8%, un incremento significativo respecto al año anterior y que muestra la política errática del Gobierno a la hora de controlar que se abonen dichas horas, que alcanzaron un total de 2,96 millones.
Durante el segundo trimestre se han realizado un total de 82,9 millones de horas extras, una media de 6,9 millones por semana. Estas cifras suponen el equivalente a 173.382 empleos con contrato indefinido, pero se disparan las horas extras no remuneradas en un 30% en un año, pese a ser uno de los propósitos a vigilar por Yolanda Díaz.
YOLANDA DÍAZ Y LA VIGILANCIA DE LAS HORAS EXTRAS
Pese a llevar seis años en el Ejecutivo, Yolanda Díaz y el Ejecutivo tratan de incrementar las sanciones por las infracciones en el horario de la jornada laboral, pero por ahora no se han implementado debido a la negociación con la CEOE. La parte del Ejecutivo del PSOE trata de bajar la voz de Yolanda Díaz para mantener las aguas calmadas, pero en Sumar insisten en presionar al empresariado para tratar de visualizar su poder sobre Podemos, que podría irrumpir en caso de un adelanto electoral en Cataluña, como ha pasado en las pasadas elecciones europeas.
Por ahora, las patronales se centran en buscar personal y alertar de la renuncia de trabajadores, especialmente en manufacturas y hostelería, pero sin meterse en el tema de las sanciones dado que es una negociación que realizarán con los sindicatos.
El dato se produce en un momento en el que la ministra de Trabajo busca reducir la jornada máxima a 37,5 horas, mientras algunos sindicatos piden que se rebaje a 32. Es decir, trabajar menos y cobrar lo mismo. Las patronales, por su parte, se niegan a participar de esta ocurrencia al carecer de beneficio alguno.
Todo ello, mientras se busca aumentar los salarios hasta alcanzar el 60% del salario medio en España. Es decir, alcanzar los 16.170 euros brutos anuales frente a los 15.876 euros actuales, un incremento del 2% adicional. La ministra de Trabajo busca aplicar este salario antes de agotar la legislatura, pero las patronales empresariales se oponen a la medida, que debe nacer fruto del diálogo social, debido al aumento de los costes laborales.
