Revelan que la ropa de Shein podría ser tóxica: entérate de todo

Shein está en el centro de la escena por un informe que confirmó que la ropa que se comercializa fue confeccionada con sustancias tóxicas. Shein, líder de ventas de prendas y objetos de tecnología, está en la mira del Gobierno de la ciudad de Seúl, en Corea del Sur, desde donde se realizó la investigación.

De acuerdo a los estudios realizados, zapatos infantiles y bolsos fueron fabricados con sustancias que superan hasta 428 veces los niveles de toxicidad permitidos. Estas estadísticas se hicieron públicas hace algunas semanas por parte del gobierno, debido al creciente consumo de las prendas de esta empresa.

La verdad detrás de la ropa tóxica de Shein

La verdad detrás de la ropa tóxica de Shein

El análisis llevado adelante por el gobierno de Seúl concluyó que, 7 de cada 8 prendas estudiadas, contenían altos niveles de compuestos como formaldehído o plastificantes, que son tóxicos y perjudiciales para la salud. En el informe de resalta el caso de dos zapatos para niños en los que se halló que los niveles de formaldehído excedían 1,8 veces lo permitido, mientras que el otro mostraba una cantidad de ftalato 428 veces superior a lo que dicta la ley.

No es la primera vez que Shein enfrenta denuncias de este estilo. En 2022 Greenpeace descubrió lo mismo en hasta en 47 productos de la famosa empresa. La entidad analizó 50 prendas de las cuales 42 habían sido compradas mediante la página web y las otras en un pop-up de Múnich. Esto también se detectó en otras empresas como Ali Express o Temu, en los que se descubrió que 40 de los 93 productos examinados también tenían una excesiva presencia de tóxicos.

Shein y los peligros de la moda rápida o ‘fast fashion’

 Shein y los peligros de la moda rápida o 'fast fashion'

El concepto de moda rápido o fast fashion se relaciona a los modos de producción que establecen las empresas, que comercializan prendas a muy bajo costo. Para poder lograrlo, utilizan estas sustancias que pueden ser altamente dañinas para la salud y poner en riesgo a los más pequeños.

Tal como reveló Greenpeace tiempo antes, el modelo de negocio de la moda rápida genera «grandes volúmenes de ropa a base de fibras sintéticas procedentes del petróleo y la velocidad con la que se comercializan provocan impactos ambientales y sociales descomunales». Las consecuencias del uso de estos químicos pueden afectar severamente a la salud cancerígenos, en caso de que entren en contacto con el cuerpo humano. Estos se pueden se disolver en fluidos corporales como puede serlo el sudor. Los sistemas inmunitario, hormonal y reproductivo pueden sufrir grandes daños por ello.