Aprende a hacer esta tarta de la abuela, una receta tradicional para compartir en casa

La tarta de la abuela es un clásico que evoca los recuerdos de la infancia, momentos familiares y el inconfundible sabor de la cocina casera. Este postre, tan sencillo pero al mismo tiempo tan delicioso, combina ingredientes básicos como galletas, natillas y chocolate para crear una experiencia que conquista a todos los paladares.

Si quieres recordar esos momentos de infancia con unos bocados a este exquisito postre, aquí te enseñamos cómo hacerlo de una forma que encantará a todos.

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Paso a paso para hacer una deliciosa tarta de la abuela

El primer paso en la preparación de la tarta de la abuela es hacer las natillas. Puedes comprarlas ya hechas para ahorrar tiempo, pero si prefieres hacerlas tú mismo, simplemente mezcla leche, azúcar, yemas de huevo y maicena, y cocina a fuego lento hasta que espese. Una vez listas, deja que las natillas se enfríen a temperatura ambiente.

Mientras tanto, prepara el chocolate. Derrite el chocolate para postres en un cazo con un poco de leche, removiendo constantemente hasta obtener una mezcla suave y brillante. Reserva el chocolate derretido para usarlo más tarde en la tarta de la abuela.

En un bol grande, vierte la leche y añade un chorrito de licor, como coñac o ron, para mojar las galletas. Si prefieres una versión sin alcohol, puedes omitir este paso. Sumerge las galletas una a una en la leche, asegurándote de que queden bien empapadas pero sin deshacerse.

Ahora, empieza a montar la tarta de la abuela. En un molde rectangular, coloca una capa de galletas mojadas en leche, cubriendo todo el fondo. A continuación, extiende una capa de natillas sobre las galletas, seguida de una capa de chocolate derretido. Repite este proceso, alternando capas de galletas, natillas y chocolate, hasta llenar el molde. La última capa debe ser de chocolate, para darle un acabado perfecto.

Una vez montada, refrigera la tarta de la abuela por al menos cuatro horas, o si puedes hacerlo sería mejor toda la noche, para que las capas se asienten y los sabores se integren. Este tiempo en la nevera es esencial para que la tarta adquiera la textura perfecta.