En un dramático episodio que pone en tela de juicio el compromiso de Venezuela con los principios democráticos, un grupo de diez parlamentarios del Partido Popular Español (PP) han sido expulsados del país en medio de su intento por acompañar a la oposición venezolana en las elecciones celebradas este domingo. Esta acción, calificada por los legisladores como «absolutamente arbitraria», ha provocado una fuerte reacción por parte del PP, quienes consideran que el Gobierno de Pedro Sánchez está compartiendo el discurso del presidente Nicolás Maduro y no está haciendo lo suficiente para amparar a sus compatriotas.
A su llegada al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, los parlamentarios expulsados han sido enfáticos en sus críticas al Gobierno. El vicesecretario general del PP, Esteban González Pons, ha señalado que el Ministerio de Asuntos Exteriores se ha «equivocado poniéndose de parte de Maduro» y ha exigido al ministro José Manuel Albares que «rectifique inmediatamente». Según los ‘populares’, el Gobierno español no acudió ayer a «amparar a nueve compatriotas suyos sometidos a la arbitrariedad de un poder dictatorial.
Además, el portavoz del grupo parlamentario ‘popular’ en el Congreso, Miguel Tellado, ha defendido que la labor de esta delegación no era participar en una misión de observación, sino de «acompañamiento» a la candidatura de la Plataforma Unitaria Democrática, presentada como oposición al presidente Nicolás Maduro. Tellado cree que estas elecciones no están garantizadas y que el expresidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se está «prestando a dar apariencia democrática a algo que no la tiene».
UNA DEMOCRACIA FORMAL SIN GARANTÍAS REALES
Para el PP, la situación en Venezuela dista mucho de ser una «democracia real». Tellado ha explicado que, si bien los venezolanos están llamados a las urnas, «no es una democracia real» porque prueba de ello es que los representantes democráticos de otro estado, como ellos, hayan sido expulsados del país. Según el ‘popular’, una democracia no se limita a celebrar elecciones cada cierto tiempo, sino que requiere de una serie de elementos formales y de garantías durante todo el proceso, algo que, a su juicio, no se ha dado en Venezuela.
En este sentido, González Pons ha calificado de «tremendamente grave» que Zapatero «se preste a dar apariencia democrática a algo que no la tiene». Para el vicesecretario general del PP, el expresidente español es «cómplice del régimen chavista» y no acudió ayer al aeropuerto de Caracas para «defender la entrada de representantes de los españoles».
UN EPISODIO PREOCUPANTE QUE PONE EN ENTREDICHO LA DEMOCRACIA VENEZOLANA
La expulsión de los parlamentarios españoles del PP es un episodio que refleja la profunda crisis democrática que atraviesa Venezuela. Más allá de las críticas puntuales al Gobierno de Pedro Sánchez, este hecho pone de manifiesto las serias deficiencias del proceso electoral venezolano y la falta de garantías para la participación de la oposición.
Resulta sumamente preocupante que representantes democráticos de otro país hayan sido expulsados de Venezuela de manera «absolutamente arbitraria«, según los propios legisladores afectados. Esto socava la legitimidad del proceso electoral y cuestiona seriamente si las elecciones de este domingo pueden considerarse verdaderamente democráticas.
La comunidad internacional, y en particular España, deberán estar atentas a la evolución de la situación y exigir el respeto a los principios democráticos. De lo contrario, el régimen de Maduro seguirá erosionando la democracia venezolana y consolidando su control autoritario sobre el país.
