La representante alemana en el Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), Isabel Schnabel, ha señalado que la inflación del sector servicios está resultando ser «especialmente persistente» y el principal motivo por el que el mandato de estabilidad de precios del BCE aún no se ha cumplido.
Según Schnabel, aunque el BCE sigue anticipando que la inflación convergerá «gradualmente» hacia el objetivo del 2% a lo largo de 2025, las lecturas provenientes desde los servicios revelan que la «última milla» de la lucha contra la inflación está siendo «particularmente difícil». Esto se debe a la evolución de los salarios, ya que los convenios colectivos tienen un papel clave en este sector y suelen tener una duración de varios años, lo que podría mantener la inflación elevada por «un periodo relativamente largo de tiempo».
La estrecha relación entre los salarios y la persistencia inflacionaria en los servicios
Schnabel ha explicado que la cuestión fundamental es determinar si el fuerte crecimiento reciente de los salarios se debe simplemente a una recuperación de los salarios reales para compensar la pérdida de poder adquisitivo tras la inflación de los últimos años, o si los salarios también están revalorizándose bruscamente porque las empresas tienen que pagar nóminas más altas ante la escasez de mano de obra.
En este sentido, la guardiana del euro ha advertido de que, dado que los convenios colectivos tienen una duración de varios años, la inflación podría permanecer elevada por «un periodo relativamente largo de tiempo«. Esto se debe a que, al estar los salarios ligados a estos acuerdos a largo plazo, resulta difícil para el BCE reducir rápidamente la inflación en el sector servicios.
El BCE seguirá una política monetaria flexible y sensible a los datos
Por otro lado, Schnabel ha manifestado que la última bajada de 25 puntos básicos en los tipos de interés del BCE no establece una senda predeterminada de cara al futuro y ha insistido en que el banco central seguirá un enfoque apegado a los datos macro.
En sus propias palabras, «un primer recorte de tipos no se traduce automáticamente en toda una serie de bajadas posteriores. […] El ritmo de los recortes de tipos dependerá de los datos«. Esta flexibilidad en la política monetaria del BCE será clave para hacer frente a la persistente inflación en el sector servicios, el principal reto que enfrenta la institución en su mandato de estabilidad de precios.