¿Sabías que un sencillo ejercicio mañanero puede marcar una gran diferencia en el desarrollo de tu masa muscular? Se trata del slow jogging mañanero, un entrenamiento que consiste en trotar lentamente, pero a un ritmo constante para fortalecer todos los músculos. Este método cada vez gana más popularidad en el mundo debido a sus impresionantes resultados en cuanto al desarrollo y crecimiento muscular.
Aunque puede parecer una actividad que está 100% enfocada a la resistencia cardiovascular, el aloe jogging trae diferentes beneficios para el desarrollo muscular, siempre y cuando se combine con otros métodos de entrenamiento, la alimentación adecuada y los hábitos saludables para el buen funcionamiento del organismo en general. Aquí te decimos por qué está práctica es todo un éxito.
¿Por qué este ejercicio ayuda a la masa muscular?
Este ejercicio es ideal para el desarrollo muscular debido a que incrementa el flujo sanguíneo hacia los músculos y esto facilita el transporte de los nutrientes y oxígeno, un proceso que es fundamental para la reparación y crecimiento de los músculos, especialmente después de los trabajos de fuerza. Además, el slow jogging estimula la hormona del crecimiento, debido a que es un ejercicio aeróbico de baja intensidad y favorece la reconstrucción muscular.
Igualmente, este ejercicio reduce el cortisol, una hormona que está relacionada con el estrés y puede inhibir el crecimiento muscular. Cuando hay una reducción del cortisol se crea un ambiente hormonal mucho más favorable para el crecimiento de los músculos. Finalmente, el slow jogging mejora la sensibilidad a la insulina y esto facilita la entrada de nutrientes a las células musculares. En este sentido, se trata de un entrenamiento ideal para mezclar con otros métodos y obtener excelentes resultados.
¿Cómo debes hacer este ejercicio para mejorar tus músculos?
Como ocurre con cualquier otro ejercicio, es indispensable iniciar con un calentamiento de los músculos, utilizando movimientos suaves como son las rotaciones de articulaciones. Luego inicia el entrenamiento con un trote lento. La clave es adquirir un ritmo que pueda sostener durante un período largo, de modo que tengamos los resultados que deseamos en poco tiempo. Finalmente, puedes terminar tu sesión de entrenamiento con un enfriamiento realizando estiramientos suaves.
No debes olvidar que el slow jogging debe complementarse con tu rutina de entrenamiento de fuerza, de tal manera que haya una estimulación efectiva para el crecimiento muscular. En este sentido, podrás obtener un podrás obtener una actividad física completa que trabaje tanto tu musculatura como tu sistema cardiovascular de manera equilibrada.