La cultura maya contiene grandes secretos y joyas que persisten en México. Sin embargo, algunas características de esta cultura pueden hallarse en Valencia y muchos turistas quedan asombrados al descubrirlos. Aunque parte de esta comunidad está en el país azteca, España también tiene un tesoro natural propio de esas latitudes que muchos comenzaron a descubrir este verano.
Los Chorradores de Navarrés es el lugar en Valencia que esconde un tesoro: un cenote. Aunque estos accidentes de la naturaleza son típicos de México, existe uno en este páramo que pertenece al litoral valenciano. Cenote proviene de la palabra maya «dzonot» que significa «abismo». Para ellos, estos claros de agua eran considerados fuentes de vida, eran una entrada hacia otro mundo y centro de comunión con los dioses.
Una parte de la cultura maya en Valencia
Los Chorradores de Navarrés se ubica a una hora y media en coche desde Valencia y es un verdadero espectáculo natural para los turistas. En él se puede encontrar un gran salto de agua que culmina en un pozo de profundidad infinita, rodeado de almeces, chopos e higueras.
Para acceder a este sitio se tiene que tomar un sendero que conduce a la Fuente Clara, un mágico mirador que finalmente culmina con la cascada de los Chorradores. Esta ruta también permite conocer otros mágicos puntos naturales y de biodiversidad como la fuente y el azud y el Pozo de las Quebradas, destacado por sus aguas termales ricas en hierro que emergen naturalmente del suelo.
Más allá de la cultura maya: qué hacer en Navarrés
Además de los mencionados vestigios de la cultura maya, Navarrés posee otros atractivos históricos dignos de ser visitados. Uno de los puntos turísticos por excelencia de este municipio, es el casco antiguo del poblado en la que se resalta la plaza de la Iglesia. Allí se erige el templo religioso del siglo XVIII de estilo barroco y el interesante Museo Parroquial.
Siguiendo con el senderismo, el Castillo de Navarrés es el punto predilecto para recorrer a pie y disfrutar de la fortaleza del siglo XII que se levanta allí. Este edificio fue construido durante la época islámica sobre un asentamiento más antiguo de la Edad del Bronce. Otro de los atractivos de Navarrés está en la Fuente de la Marquesa, construida en el siglo XVI junto al Abrigo del Garrofero y la Cueva del Barbero, ambas con impresionantes pinturas rupestres que revelan la historia ancestral de la región.
