Hoy, un grupo de nueve menores y una madre con problemas de salud graves originarios de Gaza han llegado a Euskadi con el propósito de recibir la asistencia médica que tanto necesitan. Este acontecimiento marca un momento de gran significado, pues refleja el compromiso de la comunidad vasca por brindar ayuda humanitaria a aquellos que más lo requieren.
La llegada de estos pacientes a la región se ha coordinado cuidadosamente entre diversas organizaciones, incluyendo la ONG Accem, que ha desempeñado un papel fundamental en el proceso. Tras su arribo, los menores y la madre recibirán atención médica en los hospitales de Cruces, en Barakaldo, y Donostia, en San Sebastián, donde serán tratados por un equipo de especialistas que evaluará sus condiciones y planificará el mejor curso de acción para su recuperación.
Atención Médica Integral y Acogida Sensible
Los pacientes, cuyas edades oscilan entre los 2 y 14 años, presentan una variedad de patologías, desde lesiones traumatológicas y quemaduras hasta problemas neurológicos, oftalmológicos y cardiacos. Además, la madre de uno de los menores también requerirá asistencia neurológica.
El Servicio Vasco de Salud ha asumido el compromiso de brindar la atención médica urgente que estos pacientes necesitan, con el apoyo de los profesionales de los hospitales de Cruces y Donostia. La acogida se realizará en los dispositivos de la ONG Accem, donde se les proporcionará alojamiento, manutención, cobertura de necesidades básicas y atención integral, incluyendo información, orientación, acompañamiento, atención psicológica, asistencia jurídica y servicios de traducción e interpretación.
Una Oportunidad para la Solidaridad y la Recuperación
Este proyecto, que se prevé tenga una duración de tres meses, representa una oportunidad única para que la comunidad vasca demuestre su solidaridad y su compromiso con la ayuda humanitaria. Más allá de la asistencia médica, los pacientes y sus familias recibirán un apoyo integral que les permitirá recuperarse tanto física como emocionalmente, brindándoles un respiro en medio de las dificultades que han enfrentado en su país de origen.
La llegada de este grupo de menores y la madre a Euskadi es un hecho trascendental que refleja la empatía y el espíritu de servicio que caracterizan a la sociedad vasca. Mediante esta acción solidaria, se establece un puente entre culturas y se fortalece el vínculo entre Euskadi y Gaza, demostrando que la cooperación internacional y la asistencia humanitaria son herramientas poderosas para transformar vidas y construir un mundo más justo y equitativo.