La salud mental es un aspecto fundamental del bienestar integral de las personas. Desafortunadamente, algunas enfermedades psiquiátricas pueden tener consecuencias dramáticas si no se les da el tratamiento adecuado. El caso de la exdoctora Noelia de Mingo es un claro ejemplo de la importancia de mantener un seguimiento continuo de los pacientes con trastornos mentales, incluso después de periodos de estabilidad.
De Mingo había sido condenada en 2006 por matar a tres personas, pero posteriormente fue puesta en libertad al no presentar peligro. Sin embargo, en septiembre de 2021, protagonizó una nueva agresión múltiple en El Molar, donde resultaron heridas dos empleadas de un supermercado. Este incidente pone de manifiesto la necesidad de un tratamiento integral y un monitoreo constante de los pacientes con enfermedades mentales, incluso cuando parecen estar equilibrados.
La Necesidad de un Tratamiento Integral y Continuo
En el caso de Noelia de Mingo, la esquizofrenia paranoide que padece requiere de un abordaje multidisciplinario, que incluya no solo la medicación, sino también terapia psicológica, acompañamiento familiar y un seguimiento estrecho por parte de los profesionales de la salud. Lamentablemente, en su caso, la sustitución del internamiento por un tratamiento ambulatorio y custodia familiar parece haber sido insuficiente para prevenir una nueva crisis.
Es importante comprender que las enfermedades mentales, como la esquizofrenia, son condiciones crónicas que requieren de un tratamiento continuo y adaptado a las necesidades específicas de cada paciente. La estabilidad alcanzada en un determinado momento no garantiza que no vayan a producirse futuras descompensaciones, especialmente cuando el paciente se encuentra sometido a situaciones de estrés o cambios en su entorno.
La Responsabilidad de las Instituciones y la Sociedad
En este tipo de casos, las instituciones judiciales y de salud mental tienen la responsabilidad de asegurar que los pacientes reciban el tratamiento adecuado y que se establezcan los mecanismos necesarios para monitorear su evolución y prevenir posibles riesgos. Además, la sociedad en general debe tener una mayor conciencia sobre la importancia de la salud mental y la necesidad de brindar apoyo y comprensión a quienes padecen este tipo de trastornos.
El caso de Noelia de Mingo es un llamado de atención sobre la importancia de mantener un seguimiento constante de los pacientes con enfermedades mentales, incluso después de periodos de estabilidad. Solo a través de un tratamiento integral y continuo, apoyado por las instituciones y la sociedad, podremos garantizar la seguridad y el bienestar de todas las personas.