ERC y Junts provocan un terremoto en el Gobierno de Pedro Sánchez, ausente en un pleno decisivo para la legislatura. Los socios del presidente del Gobierno y del PSOE no se creen la palabra y quieren hechos, hasta el punto de dar un serio aviso con un castigo en votaciones clave, como en la senda del déficit, imprescindible para sacar adelante los Presupuestos. La legislatura, sin este apoyo, está en la cuerda floja.
ERC, por su parte, ha evitado emitir voto alguno en el reparto del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y ha advertido de que hay que poner «límites» a la pareja del presidente del Gobierno en una clara referencia al caso que investiga el Juzgado de Instrucción 41 de Madrid, cuyo titular, el juez Juan Carlos Peinado, ha imputado a su mujer, Begoña Gómez, por tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
La negativa de Junts complica la legislatura. Cabe señalar, que el Gobierno con una incapaz María Jesús Montero de llegar a acuerdos con los grupos políticos ha tenido que prorrogar este año los Presupuestos, y de mantenerse Junts en sus trece, todo apunta a que los próximos Presupuestos Generales del Estado correrán la misma suerte. Sin cuentas públicas, la Agencia Tributaria tendrá que exprimir al máximo el dinero para abonar las subidas de los funcionarios, mientras trabajadores y empresas tendrán que seguir apretándose el cinturón en un momento en el que la inflación acumulada suma dos dígitos desde mediados de 2021.
EL GOBIERNO, SIN PRESUPUESTOS
Con este serio contratiempo, el Gobierno de Pedro Sánchez navega en aguas turbulentas, agitadas precisamente por los independentistas de Carles Puigdemont, que aún espera su amnistía meses después de haberse aprobado y con todos los afectados de ERC amnistiados.
Pedro Sánchez no ha querido ser testigo de una nueva derrota en la Cámara Baja, hasta el punto de marcharse en el momento de la votación, una salida que en el PP se ha entendido como el fin de la legislatura, aunque Pedro Sánchez maneja y muy bien navegar en este tipo de aguas. «Darle por muerto políticamente es un error y lo comprobamos hace un año exactamente», destacan fuentes ‘populares’.
El portazo de Junts obliga ahora al Ejecutivo a replantear todos sus objetivos de déficit y deuda, justo un día antes de que el presidente del Gobierno se traslade a Barcelona para hablar con Pere Aragonès, presidente en funciones de la Generalitat, a quien se le ha negado la quita de 1.500 millones de deuda, a pesar de haberse pactado.
SEVERO REVÉS PARA EL GOBIERNO, CORTESÍA DE JUNTS
Con este severo revés, el Gobierno tendría muy complicado aprobar los Presupuestos antes de fin de año y el olor a un adelanto electoral si Puigdemont no consigue volver a España sin ser detenido es más fuerte que hace unos meses. Los tiempos son muy claros. La ley de Presupuestos iría del Congreso al Senado, que tendría un tiempo de un mes para analizar y devolver al Congreso sus cambios. Por este motivo, el Gobierno ha trabajado intensamente para anular la acción de la Cámara Alta, una maniobra que será recurrida ante el Tribunal Constitucional.
El no de Junts a las cuentas públicas también se ha producido en la ley de Extranjería, con el voto también en contra de PP y Vox. El encargado de anunciar las malas nuevas ha sido el portavoz de Junts en el Congreso, Josep María Cruset, con una justificación tan sorprendente como real: los reiterados incumplimientos para con Cataluña. Y se mantendrá así hasta que no existan agravios, una situación insostenible.
Junts se ha abierto a negociar, pero el PSOE no ha querido alcanzar ningún acuerdo. Asimismo, Junts no se identifica ahora con el bloque progresista, que con tanto empeño ha vendido el PSOE desde que sellara pactos de investidura y legislatura.
«No se puede contar con el voto de Junts a cambio de nada», ha enfatizado la voz de Puigdemont en el Congreso. En este sentido, han recordado los agravios en inversiones, con solo el 45% de lo presupuestado, frente al 212% que ha recibido Madrid.
«Los objetivos de estabilidad son como los Reyes Magos, sabes que llegan cada año y que tienes que trabajarlos», ha afirmado. Hasta entonces y si nada cambia, el bloque de investidura ha perdido siete votos justo un día antes de que Pedro Sánchez certifique un acuerdo con ERC para investir a Salvador Illa como nuevo presidente de la Generalitat.
