Begoña Gómez e Iñaki Urdangarin, dos casos con más similitudes que diferencias

Begoña Gómez e Iñaki Urdangarin son dos casos con más similitudes que diferencias. En el PSOE tratan de comparar ambos con la trama Gürtel, donde el PP saldría peor parado tanto en número de años de cárcel como en condenados. No obstante, en cuanto a posibles delitos y número de intervinientes, los casos del exmarido de la infanta Cristina y la esposa de Pedro Sánchez se encuentran caminos casi paralelos, salvando de momento el posible juicio y la posterior sentencia judicial, si es que llega a producirse.

Como no podía ser de otra manera, la similitud principal es que ambos son la pareja de quien ostenta un alto cargo. La infanta Cristina no necesita presentación, como tampoco Pedro Sánchez, presidente del Gobierno.

URDANGARIN, CONDENADO POR TRÁFICO DE INFLUENCIAS

En el caso de Urdangarin, conocido como el caso Nóos, hubo un socio que trató con éxito de hacer negocios conjuntos a costa de concursos públicos y acuerdos privados. En este caso, el ex duque de Palma tuvo la ayuda de un socio, Diego Torres, condenado a cinco años y ocho meses de prisión por delitos de malversación, prevaricación y fraude a la administración, pero fue absuelto de los delitos tráfico de influencias, blanqueo de capitales y falsedad documental.

Begoña Gómez, por su parte, se enfrenta a los delitos de tráfico de influencias, corrupción en los negocios y aún espera a conocer si finalmente el juez Juan Carlos Peinado le imputa delitos de apropiación indebida e intrusismo profesional. Urdangarin, por su parte, tuvo una condena de cinco años y 10 meses de prisión por prevaricación, malversación, fraude, dos delitos fiscales y tráfico de influencias. Como el exduque de Palma, Begoña Gómez también está vinculada a empresarios, como el imputado Juan Carlos Barrabés, y al rector de la Complutense, el también investigado Joaquín Goyache Goñi.

Ambos habrían ayudado a Begoña Gómez en el montaje de la cátedra extraordinaria de Transformación Social Competitiva (TSC), y al mismo tiempo habrían obtenido ayuda por parte de la mujer de Pedro Sánchez. No está aún claro el beneficio de Goyache Goñi, más allá de entregar una cátedra a una persona sin la cualificación y un mes después de la reelección, mientras que Barrabés obtuvo numerosos contratos públicos, con un montante total de 20,2 millones de euros. Asimismo, Begoña Gómez tuvo relación con la Organización Mundial del Turismo y con el CEO de Air Europa, Javier Hidalgo, así como con el asesor de la aerolínea, Víctor de Aldama, el segundo mayor beneficiario en la trama Koldo.

Barrabés y Torres, además, se muestran como dos socios que supuestamente aprovecharon su cercanía con el poder para lograr objetivos, como era ganar concursos públicos e influencia. Ninguno de los dos protagonistas de ambos casos tiene estudios, Begoña no tiene licenciatura conocida, mientras que Urdangarin era un brillante jugador de balonmano.

EL SOFTWARE DE BEGOÑA GÓMEZ

La inexperiencia de ambos en estas lides quedó en evidencia. Begoña Gómez escribió cartas de apoyo a empresas de Barrabés para tratar de obtener presuntamente una mejor nota en las calificaciones, así como peticiones a la Universidad Complutense para poder registrar el nombre de su cátedra extraordinaria meses antes de que esta echara andar e incluso se ha denunciado que redactó los pliegos del concurso del software sin tener el debido conocimiento de ello. Para Urdangarin, los correos electrónicos mostraron los acuerdos, así como otros que pusieron en evidencia otras partes más personales.

Pedro Sánchez y Begoña Gómez.

La defensa de Begoña Gómez señala que no hubo un rédito económico de su clienta en todo ello. Lo cierto es que hubo un concurso público para finalizar el software desarrollado por Indra, Google y Telefónica, que se gastaron 150.000 euros, por un importe de 60.500 euros. También recibió dinero a través del IE Africa Center y apareció en reuniones selectas con ministros de África, presentándose como «primera dama».

En el caso de Urdangarin, las acciones se realizaron tras el parapeto de la Casa Real, de la que fue expulsado por el Rey Felipe VI.

No obstante, en ambos casos aparecen los concursos públicos, acuerdos con entidades privadas y algunas con intención de hacerse grandes, como Pimec a través de Conpymes, una entidade empresarial que buscó el hueco en la negociación colectiva.

CONTRATOS Y BRECHAS ENTRE BEGOÑA GÓMEZ Y URDANGARIN

Para las empresas de Barrabés hubo concursos públicos y fondos europeos a través de Red.es, el Consejo Superior de Deportes, el Ayuntamiento de Madrid e incluso el de Alcobendas durante la pasada legislatura. Urdangarin obtuvo el dinero especialmente del Gobierno de Baleares.

Begoña Gómez y el rector de la Complutense en unos cursos de verano en El Escorial
Begoña Gómez y el rector de la Complutense en unos cursos de verano en El Escorial

Entre las diferencias, el caso Begoña Gómez y el de caso Nóos están separados por los informes de la Fiscalía. En el caso balear, Anticorrupción pidió penas de prisión, mientras que en el caso de Begoña Gómez, la fiscalía pide el archivo de la causa en manos del juez Peinado.

Asimismo, mientras Urdangarin tuvo su condena social antes que la judicial, Begoña Gómez tiene el respaldo del Gobierno, el PSOE y los socios, como PNV, ERC, Junts, Bildu y BNG, que mantienen su apoyo pese a encumbrar a Pedro Sánchez tras una moción de censura a Mariano Rajoy. De hecho, el PSOE y su principal socio, Sumar, apuntan directamente al juez.

Otra de las grandes diferencias es que Urdangarin hizo el paseíllo judicial, entrando por los Juzgados de Palma por la rampa, sin que se cubriera con ningún tipo de tela. Begoña Gómez, por su parte, ha tenido los Juzgados de Plaza Castilla blindados a cal y canto y no ha entrado por el garaje, sin dejarse ver por la puerta principal.