La pequeña formación Recortes Cero sufrió un sonoro revés en las pasadas europeas al cosechar apenas 7.588 votos, lo cual supone su peor dato en unos comicios europeos tras perder 4/5 partes de los apoyos respecto en 2019 (en los que rebasó los 51.000 apoyos).
Esta coalición surgida en 2014 y liderada por Nuria Suárez sufre sus peores momentos históricos tras caer a su peor resultado en las últimas generales, en las que recabó poco más de 23.000 votos.
La flojera electoral contrasta con la fortaleza que demuestran a la hora de recabar la firma de grandes personalidades en distintos manifiestos. El último, titulado ‘Hay que parar la guerra. Ni terrorismo, ni genocidio’ en relación al conflicto israelí y publicado en El Mundo, está apoyado por Pedro Almodóvar, Joan Manuel Serrat, Juan José Millás, Miguel Ríos, Andreu Buenafuente, Jordi Évole, Wyoming o Unai Sordo.
El manifiesto dice que «Hamás debe cesar sus ataques contra la población israelí y liberar a los rehenes sanos y salvos», pero «el asedio sobre Gaza y la invasión está provocando una matanza y sufrimiento de una magnitud inadmisible».
«Los bombardeos indiscriminados están destruyendo viviendas y hospitales, han asesinado a miles de palestinos, la mitad de ellos niños provocando dos millones de desplazados. Mantener a la población sin luz, agua, combustible y alimentos es un crimen de lesa humanidad que viola la Convención de Ginebra y la Carta de Derechos Humanos», añaden.
El manifiesto dice que «el Estado de Israel está cometiendo crímenes de guerra ante los que no podemos permanecer impasibles. Debemos detener esta atrocidad que aumenta el riesgo de escalada militar en la región y supone un peligro para la paz mundial. Es preciso y urgente un alto el fuego».
Recortes Cero también ha impulsado otros manifiestos en favor de Ucrania frente a Rusia o contra el procés y ha sido acusado por el histórico Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) de ser «una secta al servicio de las cloacas del Estado».
EL CONTROVERTIDO ORIGEN DE RECORTES CERO
Recortes Cero es una coalición liderada por la Unificación Comunista de España (UCE), que es una polémica formación maoísta que surgió tras la Primavera de Praga de 1968 con la puesta en marcha de la revista Tribuna Obrera.
La cabecera sirvió efugio para algunos intelectuales cercanos al PCE que demostraban su divorcio sentimental de la Unión Soviética. En 1973 se constituyeron como partido y cinco años después fueron legalizados.
En las generales de 1979, 1982 y 1986 obtuvieron unos resultados testimoniales. Desde entonces, mostraron su apoyo electoral a Izquierda Unida, coalición en la que no quisieron integrase pese a haber compartido ‘trinchera’ en su negativa a la entrada de España en la OTAN.
Tras el fracaso de Francisco Frutos en las generales del 2000, la UCE se desmarcó de IU y posteriormente protagonizó una curiosa pirueta ideológica al priorizar su discurso en favor de la unidad de España y pedir el voto para Ciudadanos en las autonómicas de Cataluña en 2006 y para UPyD en las generales de 2008.
La UCE compartió pancarta en 2007 con el PP y Falange en las manifestaciones convocadas contra las negociaciones llevadas a cabo por el Gobierno de Zapatero con ETA que desembocaron en la pacificación del norte. Y en 2017 fueron activos colaboradores en las movilizaciones contra el procés.
La organización Atención e Investigación de Socioadicciones incluye a la Unión Comunista de España en su fichero de sectas. La matriz de Recortes Cero es una de las escasas formaciones que se autodenominan marxistas que no tienen ningún vínculo declarado con formaciones del exterior, aunque aceptan varias líneas de la particular doctrina de la República Popular China.