La estrategia de China para eliminar riesgos económicos

La cúpula del poder en China, encabezada por el presidente Xi Jinping, concluyó un importante cónclave en Pekín, donde se comprometió a «profundizar reformas», abordar los riesgos en el sector inmobiliario y las finanzas públicas, y fomentar el consumo.

Sin embargo, no se revelaron medidas concretas para revitalizar una economía que sigue estancada.

Los miembros del Comité Central del Partido Comunista se reunieron esta semana en una sesión plenaria que fue seguida de cerca por observadores esperando medidas para reimpulsar la economía.

La estrategia de China para eliminar riesgos económicos

Más de un año y medio después de levantar las restricciones de la pandemia del covid-19, la segunda economía mundial continúa sin recuperar su dinamismo, afectada por una crisis en el sector inmobiliario, débil consumo y alto desempleo juvenil.

Las tensiones geopolíticas y comerciales con Estados Unidos y la Unión Europea también han impactado negativamente en las exportaciones, un motor crucial para la economía china.

A pesar de estas dificultades, los líderes chinos no anunciaron nuevas políticas en el cierre de la reunión, sino una «resolución para profundizar más las reformas», según informó la agencia estatal de noticias Xinhua, sin ofrecer más detalles.

Gary Ng, economista de Natixis, señaló que los anuncios no ofrecen «nada que no se esperara» y solo confirman las políticas existentes.

Por su parte, Lynn Song, economista jefe para China del banco ING, percibió «señales positivas» en el pleno, aunque no una plataforma para nuevas medidas de estímulo específicas. «Quienes esperaban nuevas señales relativas al mercado inmobiliario probablemente estarán decepcionados», añadió.

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Indicadores económicos decepcionantes en China

La reunión de esta semana es la tercera sesión plenaria del actual mandato del Comité Central del Partido Comunista, tradicionalmente usada por los líderes chinos para anunciar cambios económicos significativos. En 1978, el entonces líder Deng Xiaoping presentó medidas que abrieron la economía china, impulsando su crecimiento durante décadas. En 2013, bajo el liderazgo de Xi, se decidió dar al libre mercado un papel «decisivo» en la distribución de recursos.

En consonancia con estas decisiones históricas, los dirigentes prometieron el jueves dar «un mayor protagonismo a los mecanismos del mercado», compensando sus fallos. Según Xinhua, la cúpula comunista también acordó «expandir activamente la demanda doméstica» y «evitar y solucionar riesgos en áreas clave como el sector inmobiliario y la deuda de los gobiernos locales».

Los datos económicos publicados durante la sesión plenaria no fueron alentadores. El crecimiento del PIB de China se ralentizó en comparación con el trimestre anterior, situándose en un 4,7%, el más bajo desde principios de 2023, cuando se levantaron las estrictas medidas anticovid. Además, el consumo mostró un débil aumento del 2% interanual en las ventas minoristas de junio, por debajo del mes anterior.

La situación financiera de las administraciones locales también es complicada, tras tres años de gastos elevados para combatir el covid y la caída de ingresos del sector inmobiliario. La cúpula del Partido Comunista decidió «reforzar la orientación de la opinión pública y prevenir y resolver activamente riesgos ideológicos«, según Xinhua.

En la reunión, se expulsó al exministro de Relaciones Exteriores, Qin Gang, del máximo órgano de decisión del Partido Comunista, y se confirmó la expulsión del exministro de Defensa, Li Shangfu.