viernes, 22 noviembre 2024

El testigo clave del caso Begoña Gómez apunta al rector de la Complutense

El caso Begoña Gómez apunta al rector de la Universidad Complutense de Madrid como la pieza clave a la hora de asignar a la mujer del presidente del Gobierno la dirección de la cátedra extraordinaria sobre la Transformación Social Competitiva (TSC). El propio rector de la Complutense, Joaquín Goyache Goñi, declaró hace tan solo una semana que fue a la residencia presidencial para mantener una reunión con la esposa del presidente del Gobierno a petición de ella.

Él accedió al encuentro, que versó sobre la creación de la cátedra extraordinaria. La gran incógnita es si hubiera actuado igual con una persona anónima o lo hizo al ser Begoña Gómez la mujer del presidente del Gobierno, investigada por supuestos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios.

Fue el 23 de septiembre cuando se anunció la creación de esa cátedra. Todo estaba más que hecho entonces. No obstante, Begoña Gómez se cuidó y mucho a la hora de hablar sobre esa cátedra al evitar nombrarse como directora de esos estudios, que fueron oficiales el 30 de octubre.

DOADRIO DESMONTA AL RECTOR DE LA COMPLUTENSE

Poco después, el propio Goyache Goñi se encargó de anunciar, con meses de antelación, la creación de estos estudios y lo hizo en el I Congreso sobre Transformación Social Competitiva, un evento presentado por Jesús Calleja y Begoña Gómez, patrocinado, además, por las empresas más importantes para sustentar la cátedra: Reale Seguros y la Fundación La Caixa, junto con la colaboración de Pimec, la patronal que ha montado en cólera en los últimos años por quedar al margen de la negociación colectiva. Para tratar de ganar una mayor representación, se creó Conpymes, con José María Torres, que aportó 6.000 euros a la cátedra extraordinaria en 2021.

Juan Carlos Doadrio (dcha) y Coello a su llegada a los Juzgados de Plaza Castilla para testificar en el caso Begoña Gómez
Juan Carlos Doadrio (dcha) y Coello a su llegada a los Juzgados de Plaza Castilla para testificar en el caso Begoña Gómez

Una vez creada la cátedra extraordinaria, el paso natural pasa por la asignación y nombramiento del equipo directivo de la misma. Según el reglamento de la Universidad Complutense de Madrid, son los miembros de la comisión mixta de la cátedra extraordinaria quienes se encargan de este asunto. Este comité estaba formado por altos cargos de Reale Seguros, la Fundación La Caixa y el entonces vicerrector, Juan Carlos Doadrio, el testigo clave del caso que afecta a la Complutense.

LA RATIFICACIÓN DE DOADRIO PONE CONTRA LAS CUERDAS A GOYACHE

Doadrio estaba llamado a declarar este viernes en calidad de testigo y ha respondido a todas y cada una de las cuestiones de las acusaciones populares, dirigidas por Vox. Como ocurrió con Goyache Goñi, ni la Fiscalía ni la defensa de Begoña Gómez ha realizado cuestión alguna al testigo, cuyo nombre aparece en las actas y en el convenio de la cátedra extraordinaria, pero no a título personal ni en representación de la Complutense, sino como delegado del rector.

Juan Carlos Doadrio ha ratificado ante el juez Peinado todas y cada una de sus declaraciones públicas. En este sentido, apunta directa y únicamente al rector de la Universidad Complutense de Madrid con una frase directa. «Tenemos que hacer una cátedra para Begoña Gómez», habría ordenado el rector a Doadrio, que cumplió a rajatabla la exigencia.

Begoña Gómez y el rector de la Complutense en unos cursos de verano en El Escorial
Begoña Gómez y el rector de la Complutense en unos cursos de verano en El Escorial

No obstante, en una entrevista en El Mundo, mostró la contrariedad y se negó a que Begoña Gómez pudiera registrar a su nombre la plataforma para la Transformación Social Competitiva, un software creado por Google, Indra y Telefónica por un valor de 150.000 euros y donado posteriormente ante la imposibilidad de seguir aportando al proyecto de forma altruista.

Ante este contratiempo, Begoña Gómez preparó un concurso público, licitado por la Escuela de Gobierno de la Complutense, una adjudicación concedida a Deloitte Consulting por un montante de 60.500 euros. La mujer del presidente del Gobierno trató, supuestamente, de poner a su nombre dicho software, pero Doadrio le señaló que «cualquier registro lo debía hacer a través de la Universidad Complutense al ser dinero público», según afirmó el vicerrector al citado medio.

DOADRIO SE REAFIRMA Y SEÑALA AL RECTOR COMO RESPONSABLE DEL NOMBRAMIENTO DE BEGOÑA GÓMEZ

Doadrio ha confirmado, según fuentes jurídicas, todas y cada una de sus declaraciones anteriores, exponiendo las contradicciones del rector de la Complutense, que estuvo citado como testigo en la causa, pero que las acusaciones podrían ahora interponer una denuncia contra el rector del centro universitario, que ha presentado ante el juez un escrito por una supuesta «apropiación indebida».

Este mismo argumento lo ha desgranado ante el juez Peinado. Doadrio fue el encargado de supervisar la cátedra extraordinaria de Begoña Gómez y «avisó» a la esposa del presidente del Gobierno de la imposibilidad de registrar a su nombre el software dado que era un activo de la Universidad Complutense debido al concurso público. Días después de conceder el concurso público, Begoña Gómez montó su empresa Transforma TSC para tratar de quedarse con el software. De nuevo, las fechas vuelven a ser una incógnita. En este sentido, no recuerda si la orden del rector se produjo antes o después del encuentro con Begoña Gómez en La Moncloa.

Otro de los testigos llamados a declarar ha sido José María Coello, vicerrector de Planificación, Coordinación y Relaciones Institucionales de la Complutense. Coello ha dado detalle sobre el procedimiento a la hora de seguir el desarrollo de la cátedra extraordinaria de Begoña Gómez. «La Fiscalía no ha realizado ninguna pregunta», han asegurado las fuentes consultadas.

SIN FACTURAS POR NO TENER COMPETENCIAS

Fuentes presenciales destacan que ni Doadrio ni Coello han mostrado irregularidad alguna, aunque señalan que el exvicerrector sí ha hablado sobre el informe de la Complutense sobre la cátedra extraordinaria, no así Coello, quien se ha metido en el papel explicativo. «Una declaración técnica», consideran.

El rector de la Complutense, Joaquín Goyache, junto a Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno
El rector de la Complutense, Joaquín Goyache, junto a Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno

Begoña Gómez ofreció a la Complutense la memoria anual de la cátedra extraordinaria para tratar de responder al cuestionario del centro sobre los gastos de los estudios. La documentación no fue admitida ya que Begoña Gómez lo trató de hacer a posteriori, tras denunciar la Universidad ante el juez Peinado su «falta» de colaboración. Las declaraciones exactas de Doadrio y Coello no podrían filtrarse ante la imposición de sanciones por parte del juez. Eso sí, aparecerán en el sumario de la causa.

Coello y Doadrio han dado su versión de los hechos tras la negativa de la investigada Begoña Gómez a prestar declaración. Está en su derecho, pero en el PP apuntan que «quien calla es porque tiene algo que ocultar». El Gobierno casi en pleno ha salido en defensa de la mujer de Pedro Sánchez con críticas al juez Peinado al considerar que no hay caso alguno.

HAZTEOÍR, VOX Y MANOS LIMPIAS SÍ APUNTARON A LA VÍA COMPLUTENSE

Mientras, las acusaciones formadas por Vox, HazteOír, Manos Limpias y Iustitia Europa, entre otros, han presentado querellas y ampliaciones de las mismas para que se conozca la verdad. La defensa, por su parte, asegura que la querella inicial, de Manos Limpias, no tiene nada que ver con los hechos en la Complutense, por lo que ha pedido cerrar la causa. Vox presentó su escrito contra Begoña Gómez por un presunto delito de tráfico de influencias vinculado al software con la cátedra extraordinaria.

Por otro lado, tanto Coello como Doadrio no han hecho mención alguna a las facturas de la cátedra extraordinaria al traspasar sus competencias, así como los pagos por el software sobre TSC. Por tiempo, Doadrio ha dado su versión en apenas 30 minutos, mientras que Coello, más extenso en sus explicaciones, ha tardado casi una hora.