El turismo de experiencias está ganando relevancia y el turismo de lujo se está transformando tanto en el producto como en el consumidor. Un estudio elaborado por McKinsey & Company, titulado ‘El estado del turismo y la industria hotelera 2024’, revela cinco tendencias claves que están marcando la disrupción en el sector turístico y hotelero. A continuación, te presentamos un análisis detallado de estas tendencias y cómo pueden impactar en la industria a nivel global.
El crecimiento de nuevos mercados de origen
Los países tradicionales como Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, China y Francia siguen liderando la emisión de turistas, acumulando el 38% del gasto turístico internacional. Sin embargo, los mercados de origen están evolucionando. Regiones como Europa del Este, el Sudeste Asiático y India están emergiendo con crecimientos significativos en la emisión de turistas. Se espera que Europa del Este y el Sudeste Asiático tengan un crecimiento interanual del 7% hasta 2030, mientras que para India se proyecta un crecimiento medio del 9% hasta ese mismo año.
Las oportunidades para empresas y destinos
La recuperación del turismo ha llegado con fuerza. Los viajeros de un mayor número de mercados de origen están explorando nuevas fronteras y distintas experiencias. Según Javier Caballero, socio de McKinsey & Company y líder de la Práctica de Viajes y Turismo, para España y Portugal, existe una oportunidad significativa para que las empresas del sector y los destinos adapten sus estrategias a este panorama en constante cambio.
Los datos de McKinsey también indican que viajar ha pasado de ser un interés a una prioridad. El 66% de los más de 5,000 consumidores encuestados afirmaron que están más interesados en viajar ahora que antes del COVID-19. Esta tendencia se observa en todas las franjas de edad, incrementando conforme disminuye la edad. Además, los consumidores están planificando más viajes en 2024 que en 2023.
La búsqueda de experiencias únicas
El turismo de experiencias se ha convertido en una prioridad para los viajeros. Según el estudio de McKinsey, los turistas están dispuestos a gastar una parte significativa de su presupuesto de viaje en experiencias únicas, por encima del alojamiento y el transporte. Esta tendencia es particularmente notable entre los turistas más jóvenes. El 52% de la Generación Z indicó que se dan un capricho en experiencias cuando viajan, comparado con el 47% de los Millenials, el 39% de la Generación X y el 29% de los Baby Boomers.
El turismo de lujo está redefiniéndose no solo en el producto, sino también en quién lo consume. La demanda de turismo de lujo y hospitalidad está creciendo más rápido que cualquier otro segmento de viaje. Asia se posiciona como el epicentro y principal mercado emisor de este tipo de turismo.
Los turistas de lujo actuales buscan experiencias personalizadas y exclusivas. El 78% de estos viajeros están dispuestos a pagar más por este tipo de experiencias. Además, el bienestar personal y el impacto ambiental se han convertido en prioridades. Los viajeros de lujo prefieren opciones que promuevan la salud y la sostenibilidad y valoran la tecnología como un aspecto relevante. El 85% de los turistas de lujo utiliza aplicaciones móviles para organizar sus viajes y el 75% prefiere hoteles con innovaciones tecnológicas avanzadas.
Las empresas de turismo deben mejorar sus plataformas digitales y aplicaciones móviles para ofrecer una experiencia sin interrupciones y personalizada. Esto incluye el uso de inteligencia artificial para personalizar las recomendaciones y servicios, así como implementar prácticas sostenibles que reduzcan el impacto ambiental de los viajes.
Los nuevos destinos y adaptación
Estados Unidos, España, China, Francia, Arabia Saudí, Turquía, Italia, Tailandia, Japón e India seguirán siendo países preferidos por los viajeros, recibiendo el 45% del gasto en viajes. No obstante, los turistas están apostando por nuevos destinos como Laos y Malasia, que han incrementado significativamente el gasto internacional en viajes.
La UNWTO predice que en 2030 el número de turistas alcanzará los 1.800 millones, un 20% superior a los 1.500 millones de 2019. Según McKinsey, es fundamental que los destinos se preparen en seis dimensiones:
- Reclutar y formar trabajadores suficientes.
- Apalancar el uso de datos y tecnología para gestionar el flujo de turistas.
- Ser estratégico en los segmentos de mercado a atraer y enfocarse en ellos.
- Distribuir la infraestructura y atracciones para repartir la carga en más ciudades y espacios.
- Preservar el patrimonio cultural y natural.
- Explorar múltiples mecanismos de financiación como la promoción de eventos o colaboraciones público-privadas.
Las estrategias de los nuevos destinos
Varios países ya están desarrollando estrategias inteligentes para generar demanda turística. Vietnam registró un aumento del 40% en el gasto turístico antes de la pandemia. Perú destaca sitios arqueológicos menos visitados y se promociona como un destino culinario. Ruanda está invirtiendo en infraestructura para convertirse en un importante centro de tránsito africano.
La flexibilidad y la innovación son clave para prosperar en esta nueva era del turismo global. Invertir en infraestructura, crear ofertas atractivas para mercados emergentes y promover destinos menos conocidos con un atractivo único son estrategias fundamentales.
El turismo de experiencias y de lujo está en constante evolución. Los viajeros buscan una mayor personalización y exclusividad en sus experiencias de viaje, mientras que destinos y empresas deben adaptarse rápidamente a las nuevas demandas y aprovechar las oportunidades que presentan los nuevos mercados. La innovación y la sostenibilidad son elementos cruciales para el éxito en el sector turístico en los próximos años.