En la actualidad, la industria de cruceros enfrenta un desafío crucial: adaptarse a las cambiantes realidades del entorno turístico. Ante la creciente preocupación por la seguridad y el impacto de las protestas violentas en los destinos, las compañías de cruceros se ven obligadas a repensar sus estrategias y tomar medidas proactivas para garantizar una experiencia satisfactoria para sus pasajeros.
La directora en Europa de CLIA, Marie-Caroline Laurent, ha destacado la necesidad de estar preparados ante posibles disturbios o manifestaciones en los destinos que puedan afectar a los turistas. Según sus declaraciones, las compañías de cruceros ya han respondido con la suspensión de actividades en aquellos lugares donde se han producido ataques a pasajeros por parte de un grupo reducido de personas.
Impacto de las Protestas Violentas en los Destinos
La CLIA ha puesto de manifiesto que no se puede subestimar el impacto directo que tienen los disturbios o las manifestaciones violentas en los destinos turísticos. Estos eventos pueden causar daños tanto a los turistas como a la propia imagen del destino local.
Para el director general de CLIA España, Alfredo Serrano, la solución pasa por invertir en infraestructuras y promoción turística para aumentar el atractivo de los destinos. Asimismo, ha destacado que las compañías de cruceros ya están realizando esfuerzos en este sentido, programando viajes a lugares de España como La Coruña, Alicante, Almería, Cádiz, Bilbao, Cartagena, Ceuta o Ferrol.
Nuevos Destinos Emergentes y Descontento de los Residentes
Según la vicepresidente sénior del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), Virginia Messina, la oferta turística mundial se ha triplicado en la última década, lo que ha dado lugar al surgimiento de nuevas potencias emergentes como Arabia Saudí u Omán, que están realizando inversiones millonarias en este sector.
Messina señala que este escenario de mayor oferta turística global implica que «donde no sean bienvenidos, hay muchos otros sitios donde pueden viajar» los turistas. Sin embargo, también reconoce que el descontento actual de los residentes se origina, en gran parte, por «una falta de una estructura de gobernanza a nivel local«. Por ello, ha instado a los políticos a «sentarse en la mesa a dialogar» y comprender los puntos de presión del sector.
En conclusión, la industria de cruceros se enfrenta a un panorama cambiante, en el que la adaptación a las protestas violentas y la mejora de la oferta turística se convierten en estrategias clave para garantizar la satisfacción de los pasajeros y el desarrollo sostenible de los destinos.
