En un hecho lamentable, la investigación sobre la muerte de dos militares durante un ejercicio en la base de Cerro Muriano en Córdoba ha sacado a la luz graves fallas en la planificación y ejecución de dicha maniobra. Los abogados penalistas que representan a las familias de las víctimas han expuesto nuevos detalles que apuntan a una total falta de medidas de seguridad y de evaluación de los riesgos por parte de los mandos responsables.
La comparecencia de los principales investigados, el capitán Ignacio Zúñiga Morillas y el teniente Jaime Tato Garrido, ha revelado información preocupante. Según los letrados, el teniente habría admitido que al soldado Carlos León Rico se le había impuesto un «castigo» consistente en transportar una «mina simulada» en su mochila durante la maniobra, lo que le habría dificultado el cruce del lago. Asimismo, el capitán Zúñiga habría reconocido que nunca antes había realizado un ejercicio en un espacio acuático «en el que no se hiciera pie».
Negligencia y Falta de Supervisión en los Altos Mandos
Los abogados han denunciado que la plana mayor militar, es decir, los altos mandos investigados en esta causa, conocían con antelación el plan de ejercicio, incluyendo la fatídica maniobra de cruce de lago. Sin embargo, no requirieron al capitán y al teniente ni desarrollo ni concreción de las pruebas, lo que refleja una tremenda falta de seguridad que, según los letrados, no es fruto de la causalidad.
El juez instructor del Juzgado Togado Militar número 21 de Sevilla también ha señalado en su auto de inhibición que no se hizo apreciación o valoración alguna respecto de aspectos «muy importantes para realizar el ejercicio de forma segura y correcta», como la profundidad del lago, la necesidad de nadar o la utilización de medios de flotación. Además, no hubo supervisión por parte de los mandos superiores, ni en la planificación ni en la ejecución de la maniobra.
Responsabilidades Pendientes de Determinar
La investigación en curso busca esclarecer las responsabilidades de los diferentes mandos militares involucrados en este lamentable suceso, que ha cobrado la vida de dos jóvenes soldados. Los abogados de las familias afectadas han expresado su determinación por exigir justicia y garantizar que este tipo de tragedias no vuelvan a ocurrir.
La falta de previsión, la negligencia y la ausencia de supervisión por parte de los altos mandos ponen de manifiesto la urgente necesidad de revisar los protocolos de seguridad en los ejercicios militares, con el fin de evitar futuros accidentes y garantizar la protección de la vida de los miembros de las Fuerzas Armadas.
