El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha decidido mantener a Gabriel Attal como primer ministro «por el momento» para garantizar la estabilidad del país mientras se negocia un nuevo candidato entre las fuerzas políticas tras las recientes elecciones legislativas.
El anuncio llega después de que el Nuevo Frente Popular (NFP), una coalición de partidos de izquierda, emergiera como el grupo más grande en la Asamblea Nacional con 182 escaños, superando a Ensemble, el partido de Macron, que obtuvo 168 escaños, y al Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen, con 143 escaños.
La situación política en Francia se volvió más complicada luego de que ningún partido alcanzara la mayoría absoluta en las elecciones.
Esto ha llevado a intensas discusiones entre los partidos para formar un nuevo gobierno. Macron pidió a Attal que permanezca en su puesto temporalmente para asegurar la continuidad del gobierno a menos de tres semanas de los Juegos Olímpicos de París.
Macron había convocado elecciones anticipadas tras la victoria de la extrema derecha en los comicios europeos del 9 de junio, buscando una «aclaración política» de los votantes. Los resultados redistribuyeron el poder entre la izquierda, el centroderecha y la extrema derecha, sin que ninguno lograra la mayoría absoluta de 289 diputados.
El líder del Partido Socialista, Olivier Faure, ha rechazado a Jean-Luc Mélenchon como candidato del NFP a primer ministro. Sin embargo, las fuerzas de la coalición deben consensuar un candidato, quien también debe ser aceptado por Ensemble. Marine Tondelier, líder de los ecologistas, instó a Macron a solicitar oficialmente al NFP que proponga un primer ministro.
Dentro de la coalición de izquierdas, existen desacuerdos sobre las posibles alianzas parlamentarias. La Francia Insumisa (LFI), el ala radical del NFP liderada por Mélenchon, es fuente de tensiones. A pesar de esto, la diputada Mathilde Panot defendió la legitimidad de Mélenchon como candidato, indicando que no está «en absoluto descalificado».
El partido de derecha Los Republicanos (LR), que mantuvo unos 60 diputados, ya ha declarado que no habrá coalición ni compromiso con el NFP. Mientras tanto, figuras como Edouard Philippe, ex primer ministro y aliado de Macron, han pedido a las fuerzas políticas crear un acuerdo, excluyendo al RN y al LFI, para evitar «temibles peligros» para Francia.
1Le Pen, oposición de Macron
El ministro de Economía, Bruno Le Maire, advirtió sobre los riesgos de una crisis financiera y declive económico debido a la falta de una mayoría absoluta en el nuevo escenario político.
Macron ha indicado que esperará la estructuración de la nueva Asamblea Nacional, que se instalará el 18 de julio, antes de nombrar al próximo primer ministro.
La extrema derecha, aunque derrotada en las elecciones, podría convertirse en la principal fuerza de oposición. Marine Le Pen, líder del RN, advirtió que aunque su victoria ha sido aplazada, la «marea sigue subiendo», con la esperanza de alcanzar la presidencia en 2027.
Tras los resultados electorales, la bolsa de París mostró ligeros descensos, con el índice CAC40 retrocediendo un 0,49%.