Si eres amante al dulce te encantará esta receta de piononos de Santa Fe

Los piononos de Santa Fe son un manjar que todo amante del dulce debería probar, sin duda estamos hablando de una joya de la repostería granadina. Este delicioso postre, originario de la localidad de Santa Fe en Granada, combina una textura esponjosa con una crema suave y un toque de canela que logra cautivar cualquier paladar.

Si eres un apasionado de los dulces, esta receta de piononos de Santa Fe te va a encantar y no vas a querer dejar de hacerla, es de esos postres que te transporta a la tradición y encanto de la pastelería andaluza.

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Paso a paso para hacer este delicioso manjar de la repostería granadina

Para hacer piononos de Santa Fe, el primer paso es preparar el bizcocho. Se necesita una mezcla ligera y aireada que permita que los piononos tengan esa textura esponjosa característica. Comienza batiendo huevos con azúcar hasta obtener una mezcla espumosa y pálida. A esto se le añade harina tamizada y una pizca de sal, mezclando con movimientos envolventes para no perder el aire incorporado. Esta masa se extiende sobre una bandeja forrada con papel de horno y se hornea a 180 grados hasta que esté dorada y cocida.

El siguiente paso en la preparación de piononos de Santa Fe es hacer la crema. Esta crema, rica y suave, es el corazón del postre. Se elabora calentando leche con una rama de canela y piel de limón para infusionarla. En un bol aparte, se baten yemas de huevo con azúcar y maicena. Cuando la leche está caliente, se vierte poco a poco sobre la mezcla de yemas, removiendo constantemente. Esta mezcla se vuelve a llevar al fuego bajo, sin dejar de remover, hasta que espese. Una vez lista, se retira la canela y la piel de limón, y se deja enfriar.

Con el bizcocho y la crema listos, es momento de ensamblar los piononos de Santa Fe. Se corta el bizcocho en tiras, que se rellenan con la crema y se enrollan cuidadosamente. Estos rollitos se colocan verticalmente en moldes individuales, que ayudan a mantener su forma característica. Un toque de almíbar, hecho con agua, azúcar y un poco de licor, se pincela sobre los piononos para mantenerlos jugosos y añadir un extra de sabor.