Aprende a hacer estas deliciosas natillas caseras como las que comías cuando eras niño

Las natillas caseras son un postre tradicional que nunca pasa de moda, son de ese tipo de postres que evocan la infancia y traen buenos recuerdos. Preparar unas natillas cremosas y llenas de sabor en casa es más fácil de lo que parece y aquí te explicaremos cómo hacerlo.

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Procedimiento para que sorprendas a toda tu familia con unas deliciosas natillas caseras

Para comenzar con nuestras natillas caseras, calentamos la leche en una cacerola a fuego medio hasta que comience a hervir. Mientras tanto, en un bol aparte, batimos las yemas de huevo con el azúcar hasta obtener una mezcla suave y cremosa. Añadimos la maicena y mezclamos bien para evitar grumos. La maicena no solo espesará nuestras natillas, sino que también les dará esa textura sedosa que tanto gusta.

Una vez que la leche ha hervido, la retiramos del fuego y la vertemos lentamente sobre la mezcla de yemas, azúcar y maicena, sin dejar de remover constantemente para evitar que los huevos se cuajen. Este paso es crucial para lograr unas natillas caseras perfectamente suaves y sin grumos.

Luego, devolvemos la mezcla a la cacerola y la cocinamos a fuego medio-bajo, removiendo continuamente con una cuchara de madera hasta que espese. Este proceso puede llevar unos minutos, pero vale la pena el esfuerzo. Cuando las natillas hayan alcanzado la consistencia deseada, retiramos la cacerola del fuego y añadimos unas gotas de esencia de vainilla, removiendo bien para incorporar el delicioso aroma.