El gigante tecnológico surcoreano Samsung ha asegurado que su producción no ha sido interrumpida a pesar de la huelga general de tres días llevada a cabo por miles de trabajadores en Corea del Sur.
Desde el lunes, más de 5.000 miembros del sindicato nacional de Samsung Electronics han dejado de trabajar como parte de una demanda por mejores salarios y beneficios.
El sindicato, que cuenta con más de 30.000 miembros, representa a más de una quinta parte de la fuerza laboral de Samsung. A pesar de esto, la empresa ha declarado a los medios surcoreanos que «no ha habido interrupción en la producción».
Sin embargo, Park Seol, un dirigente sindical, ha ofrecido una versión diferente, asegurando que la producción sí se está viendo afectada.
«Lo más importante es que la empresa debe entender que no solo buscamos impactar su línea de producción, queremos que escuchen nuestra voz y comprendan lo desesperados que estamos», declaró.
Las negociaciones entre el sindicato y la empresa han estado en marcha desde enero, sin que se haya llegado a un acuerdo. El sindicato ha rechazado una oferta de aumento salarial del 5.1%, considerándola insuficiente.
La huelga se produce en un momento crítico para Samsung Electronics, que es uno de los mayores fabricantes de teléfonos del mundo y uno de los pocos productores de chips de gama alta utilizados en inteligencia artificial. La empresa enfrenta una presión significativa para mantener su producción sin interrupciones, especialmente en un mercado altamente competitivo y tecnológicamente avanzado.
El sindicato busca que Samsung no solo mejore los salarios y beneficios, sino también que preste atención a las condiciones laborales y la desesperación de sus trabajadores. La protesta ha atraído la atención nacional e internacional, poniendo de relieve las tensiones laborales en una de las compañías tecnológicas más importantes del mundo.
Con el telón de fondo de estas tensiones, Samsung deberá abordar las demandas de sus trabajadores de manera efectiva para evitar futuras interrupciones y mantener su posición de liderazgo en el mercado global de tecnología.