Con esta genial receta de leche frita vas a querer chuparte los dedos

La leche frita es un postre tradicional español que logra contrastar la suavidad y el sabor de una crema espesa con una cobertura crujiente que resulta irresistible. Este manjar, originario del norte de España, ha conquistado paladares alrededor del mundo, y no es nada raro, pues la leche frita es un verdadero deleite para los sentidos.

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El proceso para hacer una deliciosa leche frita es muy sencillo de esta forma

El proceso comienza con la elaboración de una crema espesa a base de leche, azúcar, yema de huevo y harina. Estos ingredientes se mezclan y se cocinan a fuego lento, removiendo constantemente para evitar que se pegue o se formen grumos. Una vez que la crema alcanza la consistencia deseada, se vierte en un recipiente plano y se deja enfriar hasta que esté firme.

El secreto para una leche frita perfecta radica en la textura de la crema. Debe ser lo suficientemente sólida para cortar en porciones y manipular sin que se deshaga, pero a la vez, mantener una suavidad que se derrita en la boca al morder. Después de enfriar la crema en el refrigerador durante varias horas, se corta en cuadrados o rectángulos, listos para ser empanizados y fritos.

La magia de la leche frita ocurre en el sartén. Los trozos de crema se pasan por harina y huevo batido antes de freírlos en aceite caliente hasta que estén dorados y crujientes por fuera. Es importante que el aceite esté a la temperatura adecuada para asegurar una fritura uniforme y evitar que el postre absorba demasiado aceite, lo que podría arruinar su delicadeza. El olor que desprenden estos trozos dorados al freírse es un anticipo de la delicia que está por venir.