La medida de la DGT que parecía polémica pero ha funcionado

La velocidad en las carreteras es un asunto muy relevante, ya que dependiendo de la regulación y dominio de la misma se pueden evitar la imposición de multas o aún más grave, un accidente. Por lo tanto, la DGT asegura que el 90% de los accidentes no provocarían heridos graves, sin embargo el organismo sostiene que depende en gran medida del estado de la superficie, lo que hay en los márgenes, y el diseño de sus curvas.

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El Director General del Tráfico, Pere Navarro, ha explicado que: «entre las medidas adoptadas bajamos la velocidad de 100 a 90 en 10.000 km de carreteras secundarias, lo cual reportó una reducción de un 10% al año siguiente en la cifra de fallecidos en estas vías”, manifestó el director de la DGT.

Por ejemplo, en Alemania fue el el último país europeo en reconocer la relación mortal entre la velocidad y el diseño de las carreteras convencionales, con 166.000 km de estas vías, representando el 60% de las víctimas mortales en accidentes de tráfico, Alemania está considerando reducir el límite de velocidad a 80 km/h. 

LA DGT APUESTA POR LA REDUCCIÓN DE LOS LÍMITES MÁXIMOS DE VELOCIDAD

Sin embargo, no tendría ninguna importancia establecer un límite de velocidad, si los ciudadanos no van a cumplir con el mismo. Por esta razón, los radares son elementos muy eficaces para ofrecer una solución a esta problemática.

Por otro lado, estudio sueco publicado en 2022 evidenció que en carreteras con radares y un límite de 80 o 90 km/h, el cumplimiento de la velocidad cerca de estos dispositivos era del 95%. Por este motivo, la estrategia de la DGT para las carreteras convencionales también incluye la instalación de más radares en este tipo de carreteras. En la última campaña de control de velocidad de la DGT, el 65% de las infracciones denunciadas (31.146 conductores) se cometieron en carreteras convencionales.

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