El Juzgado transforma en sumario el caso contra exmonitor de Nazaret por abusos sexuales

El sistema judicial puede ser un laberinto complejo y frustrante para las víctimas de abusos, especialmente cuando los delitos han ocurrido hace décadas. Sin embargo, la persistencia y el coraje de estas víctimas son fundamentales para que se haga justicia y se logre la reparación merecida.

En el caso del exmonitor de la Fundació Natzaret acusado de abusos sexuales, el Juzgado de Instrucción número 5 de Palma ha rechazado archivar la denuncia y, en su lugar, ha aceptado transformar el proceso en procedimiento ordinario de sumario, como había solicitado la Fiscalía. Este avance procesal no implica la apertura de juicio, pero sí allana el camino para sentar en el banquillo al presunto agresor.

La Importancia de la Reparación para las Víctimas

Para Francisco Ochoa, abogado del denunciante, este paso judicial es de gran relevancia en un caso de estas características, donde los hechos ocurrieron hace décadas. Según Ochoa, «el asunto desde el punto de vista de los hechos está claro» y el principal debate gira en torno a la prescripción del delito.

Marga Mogica, portavoz de la asociación ARDIP, que está apoyando al denunciante, Antoni Estela, recalca que «las víctimas necesitan reparación». Esta reparación va más allá de la justicia legal, pues implica un proceso de sanación emocional y reconocimiento de lo ocurrido.

El Llamado a la Creación de Oficinas de Atención a Víctimas

Antoni Estela, el denunciante, ha vuelto a insistir en la necesidad de que este tipo de delitos no prescriban mientras viva la víctima. Además, ha pedido al Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS) que abra una oficina para víctimas de abusos sexuales en centros de protección, que evalúe su credibilidad y promueva una reparación adecuada.

La lucha de las víctimas por hacer justicia y obtener la reparación merecida es fundamental para crear un sistema más justo y sensible a las necesidades de quienes han sufrido abusos en instituciones que deberían protegerlos. Esto requiere persistencia, coraje y un compromiso inquebrantable por parte de las autoridades y la sociedad en su conjunto.