China ha anunciado que está investigando las prácticas comerciales de la Unión Europea (UE), calificadas como desleales, en medio de una serie de tensiones crecientes entre ambas partes.
Este movimiento se produce después de que la Comisión Europea lanzara varios procedimientos contra empresas chinas, acusándolas de alterar la competencia.
En particular, Bruselas ha focalizado su atención en los vehículos eléctricos chinos vendidos en la UE, argumentando que sus precios están artificialmente bajos debido a las subvenciones estatales.
Esta distorsión del mercado perjudica la competitividad de los fabricantes europeos. Como resultado, la UE impuso recientemente aranceles adicionales de hasta el 38% a las importaciones de coches eléctricos chinos, una medida que podría hacerse definitiva en noviembre.
1China responde a la UE
En respuesta a estas acciones, China ha advertido repetidamente que tomaría «todas las medidas necesarias».
El Ministerio de Comercio ha declarado que está investigando las prácticas de la UE en relación con los obstáculos al comercio y la inversión para las empresas chinas.
Esta decisión fue motivada por una denuncia de la Cámara de Comercio, que menciona sectores como las locomotoras, la energía fotovoltaica y la energía eólica, los cuales también están siendo investigados por Bruselas.
La investigación sobre las subvenciones de la UE está programada para finalizar el 10 de enero de 2025, con la posibilidad de una extensión de tres meses.
La UE, que es el segundo socio comercial de China después de Estados Unidos, inició su primera investigación bajo la nueva normativa antisubvenciones en febrero. Esta investigación se dirigió contra una filial del fabricante ferroviario chino CRRC.
En abril, Bruselas lanzó otra investigación contra dos consorcios que planeaban construir y operar un parque fotovoltaico en Rumania y también sobre los mercados públicos chinos de dispositivos médicos, debido a sospechas de prácticas discriminatorias.
Previamente, China había comenzado una investigación sobre una supuesta infracción de competencia en las importaciones de bebidas alcohólicas, como el coñac, de la UE, especialmente de Francia, lo que provocó la intervención de Bruselas.
Además, en junio, China inició una investigación antidumping sobre las importaciones de cerdo y productos porcinos provenientes de la UE, principalmente de España, Francia, Países Bajos y Dinamarca.