La imputada Begoña Gómez evitó ponerse de pie en su declaración ante el juez Juan Carlos Peinado el pasado 5 de julio. Las imágenes muestran a la esposa del presidente del Gobierno sentanda, con las piernas cruzadas y estirada, con las manos recogidas en las rodillas. Sin moverse un ápice, espera que el funcionario de Justicia del Juzgado de Instrucción 41 de Madrid coloque el micrófono a la altura adecuada para responder a las cuestiones, a pesar de que se suspendió su declaración por un error burocrático.
Las imágenes muestran el retraso del inicio de la comparecencia. El reloj marcaba las 10:26 horas, casi media hora después del horario previsto en la citación, y apenas duró veinte minutos. La grabación termina a las 10:49 horas.
BEGOÑA GÓMEZ Y SUS POCAS PALABRAS ANTE PEINADO
Begoña Gómez alega el desconocimiento de los hechos que se le imputan hasta en dos ocasiones. La mujer de Pedro Sánchez no perdió en ningún momento su semblante serio, con un riguroso color negro y sentada al borde del banquillo de los acusados, el punto más cercano a la puerta de salida. El juez Peinado, tras escuchar a la parte de la defensa, decidió posponer su declaración al 19 de julio.
Con un escueto «no», Begoña Gómez va respondiendo a las cuestiones planteadas sobre si conoce los hechos por los cuales se le imputa por tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
«Buenos días, señora. ¿Se puede colocar de tal manera que lo que Usted manifieste se pueda recoger de la mejor forma a través del micrófono? Si Usted prefiere estar sentada, le colocan el micrófono de la manera más adecuada», se le pregunta.
LAS EXPLICACIONES A LA INVESTIGADA BEGOÑA GÓMEZ
En este momento, una de las abogadas le da el aviso: «Se va a proceder a la grabación», mientras el juez Peinado le da explicaciones. «Se han dictado todas las resoluciones, estén en contacto con sus procuradores, por favor. No voy a responder a más dudas en cuanto a la dinámica, ya he respondido a través de una resolución judicial esta misma mañana».
Acto seguido comienza la declaración en sí con un interrogatorio normal. «¿Nos puede decir cuál es su nombre y apellidos?». «María Begoña Gómez Fernández», responde sin dar más detalles. Únicamente responde a las cuestiones concretas con frases muy concisas. «Muchas gracias», le señala el juez Peinado.
El titular del Juzgado 41 comienza a desgranar el procedimiento criminal que se sigue contra Begoña Gómez. «(…) Como investigada, y como le ha informado el letrado de la Administración de Justicia de este órgano judicial, tiene todos los derechos que le concede la Constitución Española, el primero es el de no declarar si no lo desea», indica el juez.
«También tiene derecho a ser asistida por un abogado, que nos acompaña. Lo primero que le voy a preguntar es si tiene conocimiento del contenido de los hechos que están siendo objeto de investigación», recuerda el juez Peinado. «No», insiste Begoña Gómez. «¿No tiene conocimiento?», repregunta el juez Peinado. A lo que la investigada vuelve a responder con otro escueto «no».
«En ese caso vamos a suspender la declaración para ilustrarle debidamente en presencia de su abogado, le voy a ilustrar yo personalmente». Tras la explicación del juez, Peinado indica que al no haber traslado de la ampliación de la querella de HazteOír y a la posible indefensión decide suspender la declaración.
