La focaccia es un pan italiano que se caracteriza por su textura esponjosa y su sabor aromático. Preparar una focaccia en Thermomix es una manera fácil y rápida de sorprender a todos con un plato delicioso en tan solo 20 minutos. Esta receta que se realiza con jamón y queso y cebolla no solo es deliciosa, sino también muy versátil, perfecta para cualquier ocasión, ya sea como aperitivo, acompañamiento o incluso como plato principal.
Para comenzar con esta receta de focaccia en Thermomix, necesitaremos los siguientes ingredientes: 100 g de queso emmental troceado, 200 g de agua, 75 g de aceite de oliva virgen extra, 25 g de levadura fresca de panadería, 400 g de harina de fuerza, una cucharadita de sal, una cucharada de tomillo seco, una cucharada de orégano seco, 100 g de jamón serrano en taquitos y 0.5 g de cebolla en finas rodajas. La focaccia se enriquece con la mezcla de hierbas y la jugosidad del jamón y el queso, creando una combinación irresistible.
Preparación de la focaccia en Thermomix
El primer paso para preparar la focaccia en Thermomix es precalentar el horno a 220ºC. Ponemos el queso en el vaso y lo rallamos durante 5 segundos a velocidad 6. Luego, lo retiramos a un bol y reservamos. En el mismo vaso, añadimos el agua, 25 g de aceite y la levadura, y mezclamos durante 1 minuto a velocidad 2. Este proceso asegura que la levadura se disuelva bien, lo que es crucial para que tenga la textura esponjosa que la caracteriza.
A continuación, añadimos la sal, la harina, el tomillo, el orégano, el jamón y el queso rallado reservado al vaso. Mezclamos durante 10 segundos a velocidad 4 y después amasamos durante 2 minutos a velocidad espiga. Retiramos la masa del vaso y formamos una bola. Untamos con aceite una bandeja apta para horno y extendemos la masa con las manos. Esta técnica de amasado y extendido es fundamental para obtener la focaccia perfecta.
Hornear y servir
Una vez que la masa de la focaccia está extendida en la bandeja, colocamos la cebolla en finas rodajas encima, distribuyéndola de manera uniforme. Espolvoreamos con sal gruesa y tomillo, y regamos con el aceite restante. Aplastamos la masa con los dedos para integrar bien todos los ingredientes. Esta parte del proceso es esencial para crear la textura característica de la focaccia, con su superficie irregular y crujiente.
Finalmente, la horneamos durante unos 20 minutos, hasta que esté dorada y crujiente. La sacamos del horno y la servimos inmediatamente para disfrutar de su mejor textura y sabor. El aroma a hierbas y el sabor del jamón y el queso fundido harán que esta focaccia sea el centro de atención de cualquier comida. Disfruta de esta receta fácil y rápida, perfecta para sorprender a todos en cualquier ocasión.
