Los padres de Marta del Castillo piden revisión de la sentencia absolutoria del Cuco

El caso de Marta del Castillo, una joven sevillana asesinada en 2009, sigue siendo objeto de controversia judicial más de una década después de los hechos. El principal condenado por el crimen, Miguel Carcaño, cumple una pena de 21 años y tres meses de cárcel, pero otros aspectos del caso continúan generando debate en los tribunales. Recientemente, la Audiencia de Sevilla ha tomado una decisión que ha causado revuelo entre la opinión pública y, especialmente, entre los familiares de la víctima.

La sentencia en cuestión absuelve a Francisco Javier García, conocido como «El Cuco», y a su madre, del delito de falso testimonio por el que previamente habían sido condenados a dos años de prisión. Esta decisión ha llevado a los padres de Marta del Castillo a solicitar una aclaración de la sentencia, poniendo de manifiesto la complejidad jurídica del caso y las diferentes interpretaciones que pueden surgir en torno a la figura del testigo coimputado y las consecuencias de faltar a la verdad en declaraciones judiciales.

La solicitud de aclaración de la sentencia absolutoria

Los padres de Marta del Castillo, a través de su abogada Inmaculada Torres, han presentado un escrito solicitando un complemento a la resolución judicial de la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla. En este documento, requieren que se estipule claramente que tanto «El Cuco» como su madre reconocieron en el juicio celebrado en su contra los hechos contenidos en los escritos de acusación de la Fiscalía, la familia y la asociación Víctimas y Justicia.

Además, la representación de la familia busca que se corrija lo que consideran un error en la descripción de la situación de «El Cuco» cuando declaró como testigo en el juicio de 2011 contra los adultos acusados. Específicamente, solicitan que se refleje que en ese momento, Francisco Javier García estaba finalizando el cumplimiento de la medida impuesta por el juzgado de Menores por encubrir el crimen, habiendo ya satisfecho el régimen de internamiento cerrado.

Esta petición de aclaración pone de manifiesto la complejidad jurídica del caso, especialmente en lo que respecta a la valoración de las declaraciones de un testigo que previamente ha sido juzgado por los mismos hechos. La familia de Marta del Castillo busca que se reconozca la particular situación de «El Cuco» en el momento de su declaración, lo cual podría tener implicaciones en la interpretación de su testimonio.

Los fundamentos de la sentencia absolutoria

La Sección Primera de la Audiencia de Sevilla fundamenta su decisión de absolver a «El Cuco» y a su madre en varios aspectos clave. En primer lugar, el tribunal señala que la figura del testigo coimputado no se encuentra regulada legalmente, y que el Tribunal Supremo no ha determinado las consecuencias de faltar a la verdad en su declaración. Esta falta de marco jurídico claro ha sido determinante en la decisión de absolver a Francisco Javier García.

En cuanto a la madre de «El Cuco», el tribunal considera que «no mintió en cuestiones trascendentales» para la resolución del asunto. Además, se hace hincapié en que no fue advertida de la dispensa legal de no contestar a preguntas que pudieran perjudicar a su hijo. Este punto es crucial, ya que pone de manifiesto la importancia de las garantías procesales y el derecho a no declarar contra familiares directos.

Los magistrados de la Sección Primera no aceptan los hechos probados por el Juzgado de lo Penal, lo que supone un giro significativo en la interpretación de las declaraciones de los acusados. Esta decisión subraya la complejidad de valorar testimonios en casos donde los testigos han sido previamente juzgados o condenados por hechos relacionados con el mismo crimen.

Las implicaciones legales y el debate jurídico

La sentencia absolutoria de la Audiencia de Sevilla ha abierto un intenso debate jurídico sobre la figura del testigo coimputado y las consecuencias de sus declaraciones en juicios posteriores. El tribunal hace referencia a un Pleno no Jurisdiccional del Tribunal Supremo de 2008, que intentó abordar esta cuestión controvertida. Según este Pleno, una persona juzgada por unos hechos que posteriormente acude como testigo al juicio de otro imputado por los mismos hechos, debe ser considerada como testigo.

Sin embargo, la Audiencia matiza que no se trata de un «testigo al uso», dado que ya no es coacusado ni imputado al haber recaído sentencia firme por hechos iguales de enjuiciamiento. Esta distinción es fundamental para entender la complejidad del caso y las dificultades que surgen al valorar este tipo de testimonios.

El tribunal también aborda la cuestión de la falsedad en la declaración, señalando que esta debe recaer sobre aspectos esenciales para el enjuiciamiento y no sobre cuestiones intrascendentes. En el caso de la madre de «El Cuco», se considera que no indujo a error al tribunal en su declaración, lo que ha sido determinante para su absolución.

Esta sentencia y el debate que ha generado ponen de manifiesto la necesidad de una regulación más clara sobre la figura del testigo coimputado y las consecuencias de sus declaraciones en procesos judiciales posteriores. El caso de Marta del Castillo, con sus múltiples ramificaciones legales, continúa siendo un ejemplo de la complejidad que pueden alcanzar ciertos procesos judiciales y de la importancia de contar con un marco jurídico sólido para abordarlos.