Los ciudadanos de Barcelona se unieron a una manifestación sin precedentes por la presencia de turistas en sus calles. Los hechos ocurrieron en pleno centro de Barcelona donde un grupo de personas atacaron a los viajantes con pistolas de agua.
Esta afrenta también se dio en otras ciudades como Andalucía, Canarias o Baleares y tiene el objetivo de generar conciencia y denunciar el impacto negativo que tiene el gran afluente de turistas en la ciudad española. La presencia de una gran masa de visitantes generan efectos negativos en los lugareños que afectan a la economía y la contaminación.
Así atacaron a los turistas en Barcelona
La manifestación generó gran repercusión en Barcelona y terminó de la peor manera. Un grupo de personas se conglomeraron en diversas terrazas de la ciudad y los atacaron con pistolas de agua para lograr que se retiren de los espacios. Bajo el lema “Prou! Posem límits al turisme” (Basta! Pongamos límites al turismo) estos manifestantes pretenden que el gobierno ejerza medidas de control para el turismo desmedido y las consecuencias que esto conlleva.
La reunión de personas comenzó en Plaça Drassanes y siguió por Passeig de Colom donde, además de atacar con armas de juguete, los manifestantes “precintaron” de forma simbólica la puerta de un hotel con una cinta que decía: “Precinto popular. Barcelona para las vecinas”.
El impacto del turismo en Barcelona que provocaron el enojo de los ciudadanos
Estas manifestaciones tienen su justificativo aunque las personas que enfrentaron a los turistas fueron apercibidas por el Ayuntamientos. Según diferentes fuentes, el impacto del turismo en Barcelona puede ser perjudicial para la sociedad y en 2023 se registraron15,6 millones de turistas, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Estas consecuencias son directas en la economía y un ejemplo de ello fue el caso de las Viviendas de Uso Turístico (VUT), mucho más rentables que las destinadas al alquiler o a la venta de pisos y que por ello han provocado el aumento de los precios del acceso a la vivienda hasta límites insospechados. De esta manera, desde las autoridades de Barcelona se pronunciaron ese mismo día de la manifestación para comprometerse con “eliminar los alquileres de corta estancia al estilo Airbnb en la ciudad en un plazo de cinco años”, más de 10.000 viviendas de las 400.000 que hay en toda España.