La alergia al gluten es una condición que afecta a un porcentaje importante de la población y cada vez afecta a más personas en el mundo. Muchos han escuchado acerca de la diarrea, el dolor abdominal y la distensión de la barriga como los síntomas más comunes de este tipo de enfermedad, sin embargo existe un primer síntoma de esta condición que puede ser mucho más sutil e incluso pasar desapercibido.
Cuando una persona con alergia al gluten o enfermedad celíaca consume esta proteína, su sistema inmunológico ataca las células del intestino delgado y esto daña las vellosidades intestinales, las cuales son las responsables de absorber los nutrientes. En este sentido, uno de los primeros síntomas es la fatiga producida por la falta de nutrientes.
¿Qué hacer si crees tener alergia al gluten?
En caso de experimentar fatiga crónica u otros síntomas que puedan relacionarse a la alergia al gluten es importante consultar con un médico o un dietista especialista, debido a que lograr un diagnóstico es crucial para poder llevar un estilo de vida saludable sin un desbalance nutricional. Por lo general, el diagnóstico implica llevar una dieta estricta sin gluten, la cual puede mejorar significativamente el estilo de vida de la persona.
Ahora bien, la fatiga no es el único síntoma temprano que puede indicar una alergia al gluten. También puede presentarse una anemia ferropénica producida por la deficiencia de hierro. Esto, a su vez, puede causar palidez, mareos y dificultad para respirar. Por otro lado, se pueden desencadenar síntomas de depresión y ansiedad producidos por la deficiencia de ciertos nutrientes como es la vitamina B12, que afecta el estado de ánimo y aumenta el riesgo de padecer estos trastornos mentales.
Si tienes alergia al gluten, estas son las recomendaciones que debes seguir
En caso de ser diagnosticado con alergia al gluten o enfermedad celíaca, es como un sentirse abrumado por la gran cantidad de información que existe y los cambios que debes realizar en tu vida diaria. Sin embargo, existen algunas recomendaciones generales que pueden ser de gran ayuda para iniciar en este camino. En primer lugar, es necesario leer cuidadosamente las etiquetas de los alimentos y asegurarse que no contengan gluten.
Es muy importante tener el apoyo de un nutricionista especializado en este tipo de condiciones, pues te puede brindar la orientación necesaria para llevar una alimentación sana y adaptada a tus gustos personales. Además, es esencial llevar una vida con hábitos saludables en general, como son realizar ejercicio físico de forma regular, tener un buen descanso nocturno y mantener un buen manejo del estrés.