Los ciudadanos sudamericanos representan más del 75% de los migrantes atendidos en el Centro de Estancia Temporal de Melilla

El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla ha sido testigo de un cambio significativo en el perfil de sus residentes. Por primera vez desde su apertura en 1999, la mayoría de los migrantes acogidos no proceden de África o Asia, sino de Sudamérica. Este cambio, que comenzó a mediados de 2023, ha transformado el panorama migratorio en la ciudad española, con ciudadanos de Colombia, Venezuela y Perú constituyendo ahora la mayor parte de las solicitudes de asilo.

Este fenómeno, según fuentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FyCSE), se debe principalmente a la rapidez con la que se tramitan las solicitudes de asilo en Melilla en comparación con otras provincias españolas. Esta agilidad burocrática ha convertido a la ciudad en un punto de atracción para aquellos migrantes latinoamericanos que buscan una entrada más rápida al sistema europeo de protección internacional.

La Atracción de la Agilidad Burocrática

El boca a boca ha jugado un papel fundamental en la propagación de esta información. Los primeros migrantes latinoamericanos que llegaron a Melilla y experimentaron la relativa rapidez en la gestión de sus solicitudes, compartieron su experiencia con otros compatriotas. Esta información se difundió con la velocidad del rayo entre aquellos que viajaban a España como turistas y que, por diversas razones, veían en la solicitud de asilo una alternativa para permanecer en el país.

Este nuevo flujo migratorio ha generado un cambio en el perfil de los residentes del CETI. Mientras que anteriormente predominaban hombres jóvenes provenientes de países africanos y asiáticos, en la actualidad la población está compuesta por hombres y mujeres de entre 35 y 50 años, en su mayoría procedentes de Colombia y Venezuela, seguidos por peruanos y, en menor medida, paraguayos. Se observa también la presencia de familias, lo que añade una nueva dimensión a la realidad del centro.

Un Recorrido por la Historia Migratoria de Melilla

Desde finales de la década de 1980, Melilla ha sido escenario de un flujo migratorio constante y diverso. La ciudad, ubicada en el norte de África, se ha convertido en una puerta de entrada a Europa para personas provenientes de diferentes rincones del mundo. En sus inicios, la mayoría de los migrantes provenían de países subsaharianos como Mali, Camerún, Nigeria o Senegal.

A este primer flujo le siguieron ciudadanos de países norteafricanos como Argelia, Túnez o Marruecos, buscando mejores oportunidades económicas y una vida lejos de la inestabilidad política. Con el transcurso de los años, el CETI también recibió a personas provenientes de Asia, principalmente de países como Bangladesh, Siria, Irak y Afganistán, muchos de ellos huyendo de conflictos armados y persecuciones. Incluso se registró la llegada de ciudadanos de la antigua Unión Soviética y Rusia, atraídos por la promesa de una mejor calidad de vida en Europa Occidental.

La llegada masiva de sudamericanos al CETI de Melilla es un reflejo de la constante evolución de los flujos migratorios a nivel global. Factores como la inestabilidad política, la crisis económica y la búsqueda de nuevas oportunidades impulsan a miles de personas a dejar sus países de origen, buscando un futuro mejor para ellos y sus familias.