España destina 1.027 millones de euros a comprar armamento israelí desde el 7 de octubre

La relación comercial entre España e Israel en el ámbito de la defensa ha sido objeto de un reciente análisis que revela datos sorprendentes. Desde el inicio de la ofensiva israelí en Gaza el 7 de octubre, España ha mantenido una importante actividad económica con empresas israelíes y sus filiales en territorio español, concediendo contratos por un valor que supera los mil millones de euros. Este hecho ha llamado la atención de expertos y analistas, quienes cuestionan la coherencia de estas transacciones con la postura oficial del gobierno español respecto al conflicto en Oriente Medio.

El informe titulado ‘Business as usual. Análisis del comercio de armas español de 2022-2023 y argumentos para un embargo de armas a Israel’, elaborado por el Centre Delàs d’estudis per la pau, arroja luz sobre la complejidad de las relaciones comerciales en el sector de defensa entre ambos países. A pesar de la gravedad de la situación en Gaza, el estudio sugiere que las relaciones militares entre Madrid y Tel Aviv se han mantenido prácticamente inalteradas en sus aspectos fundamentales, planteando interrogantes sobre la ética y legalidad de estas operaciones en el contexto actual.

El flujo comercial entre España e Israel en el sector de defensa

Las relaciones comerciales entre España e Israel en el ámbito de la defensa van más allá de las simples importaciones y exportaciones de material bélico. Estas abarcan una amplia gama de actividades que incluyen la adjudicación de contratos a empresas israelíes para suministrar productos y servicios a las Fuerzas Armadas y cuerpos de seguridad españoles. Además, se extienden a la colaboración empresarial entre compañías de ambos países para acceder a terceros mercados, así como a proyectos conjuntos de investigación y formación en el marco de la Unión Europea.

Un aspecto destacado del informe es la revelación de que una parte significativa del material de defensa de patente israelí se fabrica en España. Esto se realiza a través de filiales de empresas israelíes o mediante acuerdos de transferencia de tecnología con otras empresas españolas. Esta práctica subraya la profundidad de la integración entre las industrias de defensa de ambos países, que va más allá de la simple compraventa de equipamiento militar.

Es importante señalar que, según el informe, las relaciones militares solo se han visto afectadas en lo que respecta a las exportaciones españolas. El gobierno español ha asegurado en repetidas ocasiones que no se han concedido nuevas licencias de exportación de material de defensa a Israel desde el 7 de octubre. Sin embargo, el estudio indica que las exportaciones han continuado, lo que plantea preguntas sobre la efectividad y el alcance real de estas restricciones.

Implicaciones legales y éticas del comercio de armas con Israel

El informe del Centre Delàs d’estudis per la pau no se limita a presentar datos sobre las transacciones comerciales, sino que también aborda las implicaciones legales y éticas de estas operaciones. Los expertos señalan que la autorización de exportaciones de armamento a Israel podría ser contraria a la legislación vigente en la materia. En particular, se hace referencia al artículo 6.3 del Tratado sobre el Comercio de Armas, que establece criterios estrictos para la exportación de armamento.

Según este tratado, el gobierno español debería considerar la posibilidad de denegar nuevas autorizaciones y revisar las existentes en función de la situación actual en Gaza. El informe va más allá y sugiere que es «muy probable» que Israel esté cometiendo un genocidio en la Franja de Gaza, además de crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra. Ante esta grave acusación, los autores del estudio argumentan que España tiene la obligación legal y moral de prevenir tales actos, lo que podría implicar la imposición de un embargo de armamento a Israel.

La cuestión del embargo es particularmente compleja desde el punto de vista legal. Aunque la Ley 53/2007 no prevé explícitamente la posibilidad de que España imponga un embargo de armas, el informe sugiere que esto podría hacerse mediante una norma con rango de ley, incluyendo decretos leyes aprobados por el gobierno. Esta propuesta refleja la urgencia que los autores del estudio perciben en la situación actual y su llamado a una acción más decisiva por parte de las autoridades españolas.

El debate sobre la continuidad de las relaciones comerciales en tiempos de crisis

El informe del Centre Delàs d’estudis per la pau ha abierto un importante debate sobre la continuidad de las relaciones comerciales en el sector de defensa entre España e Israel en un contexto de crisis humanitaria. Por un lado, se encuentra la posición que defiende la necesidad de mantener los vínculos económicos y estratégicos con un socio importante en la región. Esta perspectiva argumenta que las relaciones comerciales pueden servir como un canal de diálogo y potencial influencia en momentos de tensión.

Por otro lado, se alzan voces que cuestionan la ética de continuar con el «business as usual» en un escenario de conflicto armado y posibles violaciones del derecho internacional humanitario. Estos críticos argumentan que la venta de armas y tecnología militar a Israel en las circunstancias actuales podría interpretarse como una forma de complicidad indirecta en las acciones militares en Gaza.

El debate también se extiende a la efectividad de las medidas adoptadas hasta ahora por el gobierno español. Aunque se ha anunciado la suspensión de nuevas licencias de exportación, el informe sugiere que las exportaciones han continuado bajo licencias previamente otorgadas. Esta situación plantea interrogantes sobre la capacidad real del gobierno para influir en el curso de los acontecimientos a través de sus políticas comerciales y de exportación.

En última instancia, el informe del Centre Delàs d’estudis per la pau no solo presenta datos sobre las transacciones comerciales, sino que también invita a una reflexión profunda sobre el papel de España en el conflicto israelo-palestino. La cuestión que se plantea es si las políticas actuales están alineadas con los valores y compromisos internacionales del país, y si es necesario reconsiderar la aproximación al comercio de armas en situaciones de conflicto agudo. Este debate promete continuar en los próximos meses, mientras la comunidad internacional sigue buscando soluciones para la crisis en Gaza.