Para Sémper, la comunicación política del siglo XXI se ha centrado en «vender humo» en exceso

En un mundo cada vez más dinámico y cambiante, la política ha experimentado una transformación profunda. Hoy en día, la comunicación política se ha convertido en un elemento esencial para conectar con la ciudadanía y abordar los desafíos que enfrentan las sociedades modernas. Borja Sémper, diputado nacional y portavoz del Partido Popular, ha participado en el curso de verano de la Universidad de Almería (UAL) «La comunicación política en el siglo XXI», donde ha reflexionado sobre los retos y las tendencias que caracterizan el panorama político actual.

Sémper ha señalado que actualmente existe una «voluntad de vender humo» y de «explicar la realidad a través de una frase o un buen ‘tuit’» cuando, en realidad, la realidad es «mucho más compleja«. Esta simplificación del discurso político ha llevado a una situación en la que «la política actual se ha convertido en un 80 por ciento de relato y un 20 por ciento de dato«. El portavoz del PP considera que esta tendencia no está logrando «generar confianza en los ciudadanos», quienes reclaman «respuestas a los problemas serios que tiene» en lugar de «banderas, pancartas o explicaciones fáciles».

LA IMPORTANCIA DE LA COMPLEJIDAD EN LA POLÍTICA

Sémper ha hecho hincapié en que los políticos deben tener en cuenta la complejidad de los problemas que afrontan las sociedades actuales y transmitir respuestas a la altura de esa complejidad. «La gente, afortunadamente, no es idiota«, ha afirmado, y lo que realmente demanda son «respuestas a la altura de la complejidad de los problemas que afrontamos».

Sin embargo, el portavoz del PP reconoce que «no siempre acertamos» debido a la «velocidad a la que vamos«, lo que provoca que «a veces cuesta procesar la información». En este sentido, ha señalado que «el escándalo de hoy tapa al de ayer y el de mañana al de hoy«, y que «lo que hoy nos parece extraordinariamente relevante mañana, no».

LA BÚSQUEDA DE SOLUCIONES EFECTIVAS

Ante este panorama, Sémper ha manifestado que «la gente está harta» y que la alternativa no es «ir a apagar el fuego con gasolina, sino apagarlo con respuestas a la altura«. Esta visión implica la necesidad de generar un discurso político más profundo y alejado de la superficialidad, que sea capaz de abordar los problemas reales de la ciudadanía.

En este sentido, el diputado y portavoz del PP ha resaltado la importancia de recuperar la confianza de los ciudadanos y de ofrecer soluciones a la altura de la complejidad de los desafíos actuales. Solo a través de un enfoque más complejo y detallado, los políticos podrán conectar de manera efectiva con las preocupaciones y necesidades de la sociedad.

EL RETO DE LA COMUNICACIÓN POLÍTICA EN EL SIGLO XXI

La comunicación política en el siglo XXI se enfrenta a un reto significativo: equilibrar la necesidad de transmitir mensajes claros y concisos con la obligación de abordar la complejidad de los temas. Sémper ha señalado que «la velocidad a la que vamos» dificulta este equilibrio, lo que provoca que a veces «cuesta procesar la información«.

En este contexto, los políticos deben encontrar la forma de generar confianza en los ciudadanos a través de un discurso que no se limite a la simplificación, sino que profundice en las soluciones reales a los problemas que afectan a la sociedad. Solo así podrán responder a las demandas de una ciudadanía cada vez más exigente y crítica con la clase política.

En conclusión, la comunicación política en el siglo XXI se enfrenta a un desafío fundamental: reconciliar la necesidad de transmitir mensajes claros y contundentes con la obligación de abordar la complejidad de los problemas que afectan a la sociedad. Borja Sémper ha señalado que este equilibrio es crucial para recuperar la confianza de los ciudadanos y ofrecer soluciones efectivas a los retos que enfrentan las sociedades modernas.