Grupo Wamos reembolsa por anticipado 9,6 millones de la ayuda SEPI, sumando 17,6 millones reintegrados

La crisis económica desencadenada por la pandemia de Covid-19 puso a prueba la resiliencia de numerosas empresas españolas, especialmente aquellas consideradas estratégicas para la economía nacional. En respuesta a esta situación sin precedentes, el Gobierno español creó el Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (Fasee), gestionado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Este mecanismo de ayuda temporal se ha revelado como una herramienta fundamental para mantener a flote a compañías clave durante los momentos más críticos de la crisis sanitaria y económica.

A medida que la economía se recupera y las empresas beneficiarias comienzan a experimentar mejoras en sus resultados, el Fasee está recibiendo amortizaciones anticipadas que demuestran la efectividad del programa. Estas devoluciones no solo reflejan la recuperación gradual de las empresas asistidas, sino que también subrayan la naturaleza temporal y el diseño acertado del fondo, que busca proporcionar un apoyo crucial sin crear dependencias a largo plazo. El éxito del Fasee se manifiesta no solo en términos financieros, sino también en su impacto positivo en el empleo y la actividad económica.

El Grupo Wamos realiza una nueva amortización anticipada

El Grupo Wamos, propietario de marcas reconocidas como Nautalia y Wamos Air, ha efectuado una nueva amortización anticipada al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas por un monto de 9,6 millones de euros. Esta acción se suma a una devolución previa de ocho millones de euros realizada en diciembre de 2023, demostrando la recuperación progresiva del grupo en el sector turístico y de viajes, uno de los más afectados por la pandemia.

La decisión de Wamos de realizar estas amortizaciones anticipadas se fundamenta en un exceso de flujo de caja, lo que indica una mejora significativa en su situación financiera. Este movimiento no solo beneficia al grupo al reducir su deuda, sino que también refleja una gestión responsable de los recursos públicos recibidos durante la crisis. La capacidad de Wamos para devolver parte de los 85 millones de euros concedidos inicialmente es un claro indicador de la reactivación del sector turístico y de la eficacia del apoyo proporcionado por el Fasee.

El caso de Wamos no es aislado, sino que forma parte de una tendencia más amplia entre las empresas que recibieron ayudas del fondo. Esta dinámica positiva subraya la importancia de contar con mecanismos de apoyo flexibles que puedan adaptarse a las necesidades cambiantes de las empresas en tiempos de crisis, permitiéndoles recuperarse y, eventualmente, devolver las ayudas recibidas.

Impacto global del Fondo de Apoyo a la Solvencia

El éxito del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas se extiende más allá de casos individuales como el de Wamos. Hasta la fecha, el fondo ha recibido amortizaciones anticipadas que suman un total de 478 millones de euros, una cifra que representa una proporción significativa del importe total financiado. Este dato no solo refleja la recuperación económica de las empresas beneficiarias, sino que también destaca la eficiencia del mecanismo de ayuda en términos de retorno de la inversión pública.

Más allá del aspecto financiero, el impacto del Fasee en el empleo ha sido notable. Las 26 empresas que actualmente mantienen financiación del fondo han experimentado un incremento del 20% en sus plantillas en comparación con los niveles de empleo registrados en el momento de la concesión de las ayudas. Este aumento en la creación de puestos de trabajo demuestra que el apoyo proporcionado no solo ha permitido la supervivencia de estas empresas, sino que también ha facilitado su crecimiento y expansión en un contexto post-pandémico.

La SEPI, como entidad gestora del Fasee, ha destacado la utilidad de este mecanismo de ayuda temporal, enfatizando su papel crucial en el mantenimiento de la actividad económica y el empleo en compañías que se vieron gravemente afectadas por la crisis del Covid-19. El éxito del fondo radica en su capacidad para proporcionar un apoyo financiero oportuno y flexible, permitiendo a las empresas estratégicas adaptarse a las circunstancias cambiantes y emerger fortalecidas de la crisis.

Perspectivas futuras y lecciones aprendidas

El éxito del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas ofrece valiosas lecciones para la gestión de crisis económicas futuras. La capacidad de respuesta rápida y la flexibilidad en la asignación de recursos han demostrado ser elementos clave para la efectividad de este tipo de mecanismos de apoyo. Además, el diseño del fondo, que incentiva las devoluciones anticipadas, ha contribuido a mantener la disciplina financiera de las empresas beneficiarias y a proteger los intereses de los contribuyentes.

Mirando hacia el futuro, es probable que el modelo del Fasee sirva como referencia para el desarrollo de políticas de apoyo empresarial en situaciones de crisis. La experiencia adquirida durante la pandemia de Covid-19 ha puesto de manifiesto la importancia de contar con herramientas financieras ágiles y adaptables que puedan desplegarse rápidamente para estabilizar sectores clave de la economía en momentos de turbulencia.

Sin embargo, también es importante considerar los desafíos y las áreas de mejora para futuros programas similares. La transparencia en la selección de empresas beneficiarias, la supervisión continua del uso de los fondos y la evaluación del impacto a largo plazo son aspectos que podrían reforzarse para maximizar la eficacia y la aceptación pública de este tipo de intervenciones estatales. Además, es fundamental encontrar un equilibrio entre proporcionar apoyo necesario y evitar la dependencia prolongada de las ayudas públicas, fomentando la autosuficiencia y la competitividad de las empresas a largo plazo.

En conclusión, el Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas ha demostrado ser una herramienta valiosa en la respuesta económica a la crisis del Covid-19. Su éxito, evidenciado por las amortizaciones anticipadas y el crecimiento del empleo, subraya la importancia de contar con mecanismos de apoyo bien diseñados y gestionados eficientemente. A medida que la economía continúa su proceso de recuperación, las lecciones aprendidas del Fasee serán sin duda invaluables para fortalecer la resiliencia del tejido empresarial español frente a futuras crisis.