El consumo de televisión en diferido alcanza 7 minutos diarios por persona en junio, representando el 4% del total

El consumo de televisión en diferido ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos años, transformando la forma en que los espectadores interactúan con el contenido televisivo. Este fenómeno, que permite a los usuarios ver sus programas favoritos en el momento que más les convenga, ha revolucionado la industria del entretenimiento y ha obligado a las cadenas de televisión a adaptar sus estrategias de programación y medición de audiencias.

En junio de 2024, el consumo de televisión en diferido alcanzó una media de siete minutos por persona al día, lo que representa el 4% del total del consumo televisivo. Este dato refleja una tendencia creciente en la adopción de nuevas tecnologías y plataformas que permiten a los espectadores disfrutar de sus contenidos preferidos de manera más flexible. La distribución de este consumo entre la televisión en abierto y las temáticas de pago muestra una preferencia por la primera, con cinco minutos diarios, mientras que las segundas ocupan dos minutos del tiempo de visionado en diferido.

El impacto del consumo en diferido en la audiencia televisiva

El consumo de televisión en diferido ha tenido un impacto significativo en la forma en que se miden y analizan las audiencias televisivas. Los datos recopilados muestran que la audiencia acumulada en junio de 2024 alcanzó los 20,4 millones de espectadores, con un promedio diario de 4 millones. Esta cifra demuestra la relevancia que ha adquirido esta modalidad de visionado en el panorama audiovisual actual.

Es interesante observar cómo se distribuye el tiempo dedicado al consumo en diferido entre los espectadores. Un 28% de la audiencia dedica menos de 30 minutos a esta modalidad, mientras que un 24% invierte entre 30 y 60 minutos. Estos datos sugieren que una parte importante de la audiencia utiliza el diferido para ponerse al día con programas cortos o para ver fragmentos específicos de contenidos más largos.

Por otro lado, un 27% de los espectadores dedica entre 1 y 2 horas al consumo en diferido, lo que indica una tendencia hacia el binge-watching o maratón de series y programas. Este comportamiento refleja un cambio en los hábitos de consumo televisivo, donde los espectadores prefieren ver varios episodios seguidos en lugar de esperar a la emisión semanal tradicional.

Perfil del espectador y preferencias de contenido en diferido

El perfil del espectador de televisión en diferido revela datos interesantes sobre quiénes son los principales usuarios de esta modalidad de consumo. Las mujeres representan el 56% de la audiencia en diferido, mientras que los hombres constituyen el 44% restante. Esta ligera predominancia femenina podría estar relacionada con factores como la gestión del tiempo y las preferencias de contenido.

En cuanto a la edad, el grupo más representativo es el de 45 a 64 años, que constituye el 44% de la audiencia en diferido. Este dato sugiere que la adopción de nuevas tecnologías y hábitos de consumo no está limitada a las generaciones más jóvenes, sino que también ha calado en grupos de edad más maduros que valoran la flexibilidad que ofrece el visionado en diferido.

El contenido más visto en diferido durante junio de 2024 fue un episodio del programa «MasterChef», emitido en La 1 de TVE, que alcanzó una audiencia media de 382.000 espectadores. Este dato es especialmente relevante, ya que representa el 27% del total de la audiencia lograda por la emisión de concursos en diferido, lo que demuestra la importancia de este tipo de formato en el consumo no lineal.

Cadenas de televisión y estrategias de adaptación al consumo en diferido

Las cadenas de televisión han tenido que adaptar sus estrategias para responder al creciente consumo en diferido. Entre las diez cadenas que registraron un mayor consumo de sus contenidos en esta modalidad se encuentran Antena 3, La 1, Telecinco, laSexta, Cuatro, Atreseries, Movistar Plus+, La 2, TV3 y Mega. Esta lista refleja una mezcla de canales generalistas, temáticos y de pago, lo que indica que el fenómeno del consumo en diferido afecta a todo el espectro televisivo.

La adaptación de las cadenas a esta nueva realidad implica no solo cambios en la programación, sino también en la forma de producir y promocionar los contenidos. Los formatos transmedia y las estrategias de engagement en redes sociales se han vuelto cruciales para mantener el interés de la audiencia más allá de la emisión en directo.

Además, las cadenas están invirtiendo en plataformas propias de vídeo bajo demanda y mejorando sus servicios de catch-up TV para facilitar el acceso a los contenidos en diferido. Esta estrategia no solo responde a las demandas de los espectadores, sino que también permite a las cadenas mantener el control sobre sus contenidos y generar nuevas fuentes de ingresos a través de la publicidad dirigida o las suscripciones premium.

En conclusión, el consumo de televisión en diferido se ha convertido en una parte integral de la experiencia televisiva moderna. Con un promedio de siete minutos diarios por persona, esta modalidad de visionado está redefiniendo la industria audiovisual y obligando a todos los actores involucrados a repensar sus estrategias. A medida que la tecnología siga evolucionando y los hábitos de los espectadores continúen cambiando, es probable que el consumo en diferido siga ganando terreno, consolidándose como una forma fundamental de disfrutar del contenido televisivo en el futuro próximo.