Aprende a hacer unos deliciosos churros caseros para chuparse los dedos

Los churros caseros son un placer irresistible que puedes disfrutar en cualquier momento del día. Estos deliciosos dulces de masa frita son perfectos para un desayuno especial, un postre o incluso una merienda.

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Sigue este paso a paso para obtener unos churros exquisitos

Para comenzar, mezcla una taza de harina con una pizca de sal. Aparte, lleva a ebullición una taza de agua y, cuando esté bien caliente, vierte la harina de golpe, removiendo rápidamente con una cuchara de madera hasta obtener una masa suave y homogénea. Este paso es crucial para asegurar que tus churros tengan la textura adecuada. Una vez lista la masa, debes dejarla reposar unos minutos.

Mientras la masa descansa, prepara una manga pastelera con una boquilla en forma de estrella. Este utensilio te ayudará a dar a tus churros caseros su forma característica. Llena la manga con la masa y calienta el aceite en una sartén profunda hasta que alcance una temperatura de unos 180 grados Celsius. Para saber si el aceite está listo, puedes echar una pequeña cantidad de masa y si sube rápidamente a la superficie burbujeando, es hora de freír tus churros caseros.

Exprime la masa directamente en el aceite caliente en forma de tiras largas. Fríe los churros hasta que estén dorados y crujientes, lo cual tomará unos dos o tres minutos por cada lado. Es importante no sobrecargar la sartén para que el aceite mantenga una temperatura constante y los churros caseros se cocinen uniformemente. Una vez dorados, retíralos con una espumadera y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

El toque final para tus churros caseros es el azúcar. Mezcla azúcar con un poco de canela en un plato y, mientras aún están calientes, reboza los churros en esta mezcla para que se impregnen bien. El resultado será un bocado dulce y aromático que hará las delicias de cualquiera.