La sangría es una de las bebidas más emblemáticas de España, perfecta para disfrutar en una cálida tarde de verano. Esta refrescante mezcla de vino tinto, frutas y un toque de licor no solo es deliciosa, sino que también es sorprendentemente fácil de preparar.
Si estás antojado o quieres sorprender a tus invitado con una deliciosa sangría, aquí te enseñamos cómo hacerla para que quede irresistible y para que tengas en cuenta algunos trucos para asegurarte de que sea la mejor.
1Estos son los ingredientes que debes tener y la importancia de cada uno de ellos en la sangría
Para comenzar, elige un buen vino tinto como base. No necesitas optar por el más caro, pero sí por uno de calidad que te guste beber solo. Un Tempranillo o Garnacha son opciones excelentes que aportan un buen equilibrio de sabor. La clave para una sangría perfecta es el equilibrio entre dulzura y acidez, así que asegúrate de que tu vino tenga estas características.
El siguiente paso es la fruta. Las naranjas y limones son imprescindibles, ya que su jugo y aroma se integran maravillosamente con el vino. Corta una naranja y un limón en rodajas finas y agrégalas al vino. A partir de aquí, puedes añadir otras frutas según tu gusto, como manzanas, melocotones o frutos del bosque. Estas frutas no solo aportan sabor, sino que también la hacen ver visualmente atractiva.
Un truco fundamental para realzar el sabor de tu sangría es agregar un licor. El brandy es una opción clásica que añade profundidad, pero también puedes experimentar con otros licores como Cointreau o triple sec para darle un toque cítrico extra. Aproximadamente 60 ml de licor son suficientes para una jarra de vino.
