La guerra sucia en ERC se cobra la dimisión del ‘escudero’ de Aragonès

Dimisión tras dimisión. Así es el día a día en ERC tras la debacle en las elecciones autonómicas del pasado 12 de mayo y en plena negociación con el PSC para investir a Salvador Illa como presidente de la Generalitat. Los republicanos, liderados por ahora por Pere Aragonés desde la Generalitat, libran una guerra interna desde hace más de año y medio, un auténtico suplicio entre los dos grandes bloques diferenciados y sin apenas margen de maniobra para encontrar una cabeza visible que logre el consenso.

ERC está transversalmente dividida entre quienes echar a los de Oriol Junqueras y quienes buscan prescindir del bloque de Aragonès, que dimitirá cuando se escoja un nuevo jefe del Gobierno autonómico. El mismo camino ha tomado Marta Rovira, secretaria general del partido y desde Suiza no puede más que negociar con Santos Cerdán, número tres del PSOE, para tratar de arrancar el pacto fiscal y la financiación singular de Cataluña, un acuerdo que está cada vez más cerca y que supondrá la cesión de la recaudación de impuestos y su gestión, a imagen y semejanza del cupo del País Vasco. No obstante, la posición de Rovira es mostrar una radical oposición a cualquier pacto con el PSC.

Los de Junqueras, favorables a una investidura con Salvador Illa, tratan de acallar a quienes optan por el rechazo al «mayor representante del 155», como denominan al líder del PSC. De nuevo, las descalificaciones hacia Junqueras y su bloque pragmático vuelven a estar a la orden del día, pero en ERC no se guardan los trapos sucios para lavarlos en casa. Se airean y más en la prensa más cercana.

LOS CARTELES DE MAYO DE 2023 PASAN AHORA FACTURA

El golpe definitivo a los de Pere Aragonès ha venido precedido por la polémica un año y dos meses después de las elecciones municipales de 2023. En aquella campaña electoral aparecieron por Barcelona varios carteles con un furibundo y personal ataque contra el hermano del líder de ERC en Barcelona y candidato a la Alcaldía, Pasqual Maragall, que sufre Alzheimer. ‘Fora l’Alzheimer de Barcelona’ junto con la cara del exalcalde de Barcelona era el vil mensaje.

En la sede de ERC aparecieron los carteles colgados con cinta y desde entonces, los republicanos habían acallado toda indagación sobre el caso, hasta ahora. Se llegó a sopesar una denuncia y judicializar tamaño ataque. Maragall, como es lógico, fue ajeno a estos carteles y se enteró por la propia militancia.

Con la guerra sucia en ciernes para debatir sobre el liderazgo del partido, los republicanos favorables a la investidura han tratado de destapar a los artífices, que no fueron otros que el departamento de comunicación del partido así como la «militancia combativa», como ha asegurado Sergi Sabrià, conocido como el ‘escudero’ de Aragonès y Rovira, así como uno de los principales impulsores del rechazo al pacto con el PSC.

ROVIRA SE QUEDA CIEGA SIN SABRIÀ

Sabrià ha presentado su dimisión, pero la desvincula completamente del caso carteles. Eso sí, ha dejado un ataque a Junqueras como colofón a su carrera política. Ante una audiencia concurrida y con los principales líderes en activo, como Marta Vilalta, Sabrià ha mostrado un lado humano, pero sin dejar de apuntar a quien aún no se ha beneficiado de la amnistía.

Sergi Sabrià, viceconsejero de la Generalitat
Sergi Sabrià, viceconsejero de la Generalitat

Sabrià han sido la cara y ojos de Rovira desde la sede en la barcelonesa calle de Calabria 166, pero no ha tenido miramiento en señalar, sin nombrar, a Junqueras. «Hay quien ha querido precipitar este momento con acusaciones falsas, embarrando hasta límites insospechados, al tiempo que oía frases como que había que «lavar los trapos en casa». Así ha proseguido con su ataque. «La conclusión es que hay quien no le importa el partido, ni la militancia ni la ciudadanía, sólo la ambición y el deseo personal de controlar la organización a su medida».

Según ha afirmado, Junqueras estaba al corriente de los polémicos carteles, mientras ha admitido que no habla con el líder de ERC desde el pasado 23 de julio.

Marc Colomer, exvicesecretario de Organización, se ha referido a la rueda de prensa de Sabrià en términos gruesos. «En determinados momentos, me decanto por ser propietario de los silencios más que esclavo de las palabras», ha señalado. «Nunca habría autorizado una indecencia así», ha afirmado en referencia a los carteles.

TOLO MOYA, UN JUNQUERISTA CON PRUEBAS

Con todo, el foco se sitúa ahora sobre Tolo Moya, responsable de comunicación en la época de los carteles y al que ERC ha llamado a dar su versión de los hechos en su investigación interna. «Demostraré quién es el ideólogo», ha afirmado en un comunicado, en el que ha prometido dar pruebas de que no se trata de un hecho aislado. «Esto va de quién montó esta trama y de cómo actúan cuando se enteran», afirmó.

Con todo, Aragonès ha agradecido la labor de su más fiel escudero. Trabajador incansable y una de las almas que más defendieron el referéndum del 1-O y quien más criticó la labor del PSC y su defensa del 155 deja ahora un gran vacío para el sector de Rovira. Todas las decisiones del partido han pasado por él desde que Junqueras ingresó en prisión y desde que Rovira huyera a Suiza.

Sabrià fue discípulo de un Junqueras en el Parlamento Europeo, así como de un Josep Lluís Carod Rovira al frente de ERC. Ostentó cargos intermedios entonces para después entrar de lleno en la Alcaldía de su natal Palafrugell. En 2016 obtuvo su recompensa al ostentar la comunicación de la formación, un cargo que nunca había ejercido, pero que hizo de forma profesional. En el seno de la formación le otorgan los buenos resultados de ERC, incluidos los máximos históricos de 2021, pero también le responsabilizan del fracaso del 12-M y de las municipales.