Nocilla, el reconocido alimento asociado al consumo de niños, es viral en redes sociales por una polémica publicidad. La marca Nocilla incluyó en uno de sus anuncios al juguete sexual conocido como Satisfyer y los comentarios estallaron en las diversas plataformas por su contenido considerado como polémico.
Nocilla es un alimento asociado al consumo de niños y niñas y es reconocido por ser una crema de cacao similar al Nutella y hasta su principal competidor. Históricamente, se comercializa como un producto familiar que nada tiene que ver con la publicidad que se viralizó en redes sociales y que generó gran impacto entre los sectores más conservadores que no entendieron la propuesta.
La polémica por el «juguete» que aparece en Nocilla
El escándalo surgió cuando empezó a circular una publicidad sugerente en la que aparece el juguete sexual Satisfyer. La escena muestra cómo un abuelo usa este elemento como si fuese un termómetro en su frente para medir su fiebre junto a una joven que parece ser su nieta. La adolescente lo mira con un gesto divertido y tira la frase: “Cuando le digas a tu abuelo que eso no es un termómetro, díselo con Nocilla”.
Sin embargo, este anuncio publicitario tiene una finalidad y se refiere al cambio de objetivo de la empresa que, con esta campaña, pretende llegar a un público más juvenil tocando temáticas que pueden interesarles. De esta manera, Nocilla ha lanzado una serie de spots en las que se refieren a fiestas en pisos de estudiantes o también cuestiones relacionadas con la sexualidad en la adolescencia.
La repercusión en Nocilla y la palabra de los sectores conservadores

A pesar de que la finalidad de la compañía es cambiar el foco de su público, algunos sectores conservadores estallaron al conocer esta publicidad por asociar este producto a los niños y adolescentes. La Asociación Abogados Cristianos compartió su visión de esta situación con un breve comunicado. «Nocilla, un producto consumido mayoritariamente por niños, lanza un anuncio con un Satisfyer. ¿Hasta dónde va a llegar la sexualización de los niños? ¡Basta ya!», expresaron.
Gracias a este ardid publicitarios, muchos usuarios se mantuvieron firmes en su posición conservadora y hasta apelaron a la memoria emotiva, recordando que Nocilla usaba a niños y niñas en sus publicidades. Otras marcas también utilizaron esta estrategia y apelaron al cambio de público destinatario para sus productos. Doritos fue una de ellas, que que realizó una colaboración con Samantha Hudson, una artista y conocida activista del colectivo LGTBIQ+.